Todo lo acontecido con el secuestro del Brigadier General Rubén Darío Álzate Mora parece especulación y siento que lo es por unas razones propias sin desconocer que todo secuestro es un acto infame contra los derechos de cualquier persona y si son de la milicia no debe importar rango para facilitar y ejecutar cualquier acción que lleve a su inmediata liberación. Ahora al momento de escribir se desconoce de su posible liberación anunciada o especulada por el senador Uribe en la noche del martes en el Congreso en el debate sobre consulta previa que terminó siendo una falta de respeto al país y a las comunidades indígenas y raizales por la ausencia de funcionarios del gobierno citados.
Primero porque no es la primera vez que la guerrilla de las Farc le propinan un golpe a las fuerzas militares con un alto mando. En 1994 el mayor general Carlos Julio Gil Colorado, un oficial que tenía bajo su mando a 12 mil hombres y el control de las operaciones contraguerrilleras en siete departamentos del oriente del país, fue asesinado por un grupo de las Farc en una zona delimitada por cuatro guarniciones militares, a escasos kilómetros de Villavicencio.
Y siguiendo con la especulación el gobierno no tenía porque suspender diálogos cuando una de las condiciones pactadas fue la de dialogar en medio del conflicto y se eso se acuerda pues hay que someterse a las propias reglas de juego. Hoy porque fue un general el que sufre un atentado el presidente Santos congela diálogos. ¿Por qué no lo hizo cuando masacraron los policías? ¿Los dos indígenas del Cauca asesinados? Con lo del general pasa algo curioso y es que la oposición al proceso de paz se lo comerían vivo y segundo los altos mandos militares disimuladamente lo desobedecerían, por su falta de respaldo a la moral de la tropa, a lo anterior le podemos agregar que un gran porcentaje de los altos mandos es simpatizante de la Seguridad Democrática y la reserva no ven con buenos ojos el proceso de diálogo de la Habana, lo que pondría al jefe de Estado a tambalear más de lo que está en materia de seguridad.
Otra especulación es que la última encuesta de Ipsos no le favorece en imagen al presidente que lo sitúa con una imagen desfavorable del 56% y aunque aumentó el apoyo de los colombianos al proceso en un 81 por ciento, el 70 % de ellos cree que los miembros de la guerrilla deben pagar cárcel y sin participación en política, algo que está alejado de lo que se negocia hasta el momento en la habana. El discurso de la paz poco a poco se ha ido desgastando ante los colombianos y este secuestro era una presión que no le vendría bien al presidente.
Esta especulación si me gusta y es la que han hecho los propios medios de comunicación sobre los protocolos de seguridad del general que él mismo desconoció y donde conscientemente sabía que era un riesgo y lo peor con qué intención se aventuró hacerlo. El general en este punto es un superior muy eficiente, muy subordinado. Conocía de la “papaya” que le estaba dando a la guerrilla, (sabía de los Frentes 34 y 57 de las Farc, comandados por Pastor Alape y Pablo Atrato y del Frente Manuel Hernández del ELN), que aunque no es culpa del secuestrado sino del secuestrador como enfatizó en su discurso el ministro de defensa y luego repitió la esposa en los medios, es menos cierto que siendo un militar de tan alto rango no vaya a saber a lo que se exponía, siendo director nacional del Gaula Militar, director de Proyectos Especiales del Ejército Nacional. El general vestido de civil no iba a adelantar labor humanitaria porque no estaba autorizado, no creo que iba a alfabetizar en su tiempo libre, ni comandaba un operativo llevando a un civil, ni tampoco que iba a recoger guerrilleros deseosos de desmovilizarse, ¿una reunión con bacrim? Ni mucho menos a verificar y constatar cómo viven los pobres atemorizados raizales del Chocó que como Las Mercedes un pueblo de 200 personas aparecen en televisión cuando ocurre una tragedia, el resto del año pasan desapercibidos como todos los pobres sean civiles o militares sin mando.
Entonces, ¿Qué hacía el general? ¿Qué buscaba el general? En mi especulación es un Kamikaze del proceso de paz.
No vaya a ser que le hayan dicho con el sentimiento de patriotismo que manejan sus superiores de reserva y orientados por el lenguaje de un expresidente: “General, salve usted la patria”.
Porque de todo se puede esperar en este país, hacker, visita diplomática de Santos alrededor del mundo a favor del proceso, hasta el tour de los uribistas en contra. Porque en definitiva las Farc eran las que más perdían sobre un proceso que a muchos les parece desfavorable y secuestrar después que se comprometieron a no hacerlo era la estocada de credibilidad internacional que esperaban los opositores para presentar un panorama de la paz incierta y con tufillo de impunidad. Y otra prueba de fuego para las Farc, especular si realmente los viejos mandos que hoy están en el proceso tienen poder sobre los jóvenes cabecillas que creen en el negocio del narcotráfico más que en la toma del poder para cambiar un modelo político y social, que a los viejos no les funcionó la receta y por el contrario cada día se vieron más mermados.
Con todo lo que pasa en el país no cae de más especular un poco sobre la realidad que en muchas ocasiones supera la ficción y lo del general no es la excepción. Por lo demás solo queda desconfiar de toda declaración oficial sea en el proceso o de otro ámbito nacional porque en definitiva el poder siempre pesa, porque sin especular esta vez, los colombianos siempre nos quedamos con la duda de qué fue lo que realmente pasó.
