Experto en manejar sus negocios desde la cárcel, Emilio Tapia Aldana falló en un intento por negar sus intereses en empresas que se vieron comprometidas en fuertes escándalos de contratación protagonizados por él. Entre los más sonados están el del carrusel de la contratación en Bogotá y el de Centro Poblados.
El superintendente de Sociedades Billy Escobar le acaba de demostrar a Tapia que él es el verdadero controlante de ICM Ingenieros S.A.S y de Omega Buildings Constructora S.A.S., ambas actualmente en liquidación judicial. Por esa razón le confirmó una multa de $232 millones por no haberlo reportado oportunamente en el registro mercantil.
El asunto no es menor porque, establecido ese control, todos los socios de Tapia deberán responder solidariamente en las demandas judiciales que están en curso por varios casos de corrupción. Eso ocurrirá en aquellos casos en los que las autoridades decidan levantar el velo corporativo de las sociedades.
Emilio Tapia está empeñado en conseguir un acuerdo de colaboración de la Fiscalía, al que solo podrá calificar si dice la verdad.
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