No es la primera vez que los alabaos retumban entre las calles de Bojayá en honor a los 79 muertos que dejó la tragedia de la iglesia hace 17 años; tampoco será la última vez, pero por fin la comunidad pudo despedir a su gente después de que Medicina Legal y la Fiscalía entregara los restos que durante años estuvieron enterrados en una fosa común, a donde fueron a parar tras la orden de la guerrilla de las Farc que obligó a la comunidad a enterrarlos lo más pronto posible después de que el cilindro que lanzaron en medio de los enfrentamientos con los paramilitares cayera en la Iglesia de Bellavista, donde se refugiaba la comunidad.
Una vez más, El Cristo Mutildo o como lo llamó Jesús Abad Colorado, "nuestro guernica" acompañó la ceremonia e invocó el recuerdo de las víctimas y sus familiares, que exigieron en un grito al unísono no volver a derramar una gota de sangre en su territorio por culpa de la guerra.
La Unidad para las Víctimas y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos lograron trasladar los 79 cofres marrones y blancos que hicieron su recorrido primero en helicóptero y luego en chnga por el río Bellavista Viejo. Durante ocho días rendirán honores a las víctimas que por fin regresan a su tierra, donde los alabaos seguirán siendo entonados en su honor.