Una audiencia pública convocada por el procurador General de la Nación Fernando Carrillo en Medellín, en la que sentó en una misma mesa a taxistas, hoteleros, gobernantes, gremios y autoridades para exigirles que ayudaran a detener el flagelo de la explotación sexual infantil, fue el telón de fondo para que Abudinen le dijera adiós al cargo.
Quienes observaron la gestión de esta barranquillera al frente del ICBF afirman que en un año se hizo allí más de lo que en décadas en materia de protección a los menores de Colombia.
Su gestión fue tan exitosa que el propio procurador Carrillo le pidió a los presentes un aplauso para Abudinen por la gestión de esta funcionaria, con la que él hizo una alianza, que permitió llevar este tema a la agenda de todos los gobernadores y alcaldes del país.
Abudinen se va hoy dejando una impronta difícil de borrar y una gestión que será recordada por muchos, según afirman las madres comunitarias con las que esta joven abogada trabajó hombro a hombro para luchar contra la sin razón que afecta a millares de menores en Colombia.
Su labor era compleja y en ocasiones ingrata. Podía hacer durante meses una gestión perfecta y en cualquier momento, de la nada, un depravado atacaba a un niño y todo lo construido se venía abajo. Había que empezar de nuevo.
Karen Abudinen se va del Bienetar Familiar feliz de haber hecho jornadas titánicas como la realizada con más de 300 funcionarios a su cargo durante 10 días en la Guajira.
Allí recorrieron palmo a palmo un territorio extenso y estéril para buscar ranchería por ranchería problemas en forma de niño y lograr allí mismo soluciones.
Nunca como en su gestión se realizó una campaña como la suya para derrotar el tema del trabajo infantil.
No se trataba, dice Abudinen, de seguir peleando contra el fantasma del fenómeno, persiguiendo a padres desesperados por las necesidades. No! Se trataba de lograr convencerlos de que nos dejaran cuidar a sus hijos mientras ellos trabajaban para conseguir su sustento, dice orgullosa Abudinen Abuchaibe cuando recuerda la campaña.
Así lo logró en las madrugadas frías de Corabastos en Bogotá donde montó centros de apoyo para que los papás llevaran a los niños mientras trabajaban.
En una acción titánica Abudinen también revisó cerca de 5 mil hogares sustitutos después de que se presentara un penoso hecho de abuso contra una menor en Soacha.
Hizo una curaduría de cada sitio durante 20 días y encontró errores y aciertos, corrigió los primeros y propagó los segundos.
Se va una de las funcionarias más competentes del gobierno Santos y como dice el procurador Carrillo, una mujer que merece un aplauso.
