Jeff Bezos compró a mediados de febrero una casa por 165 millones de dólares que construyó durante los años 20 Jack Warner, el magnate de Hollywood que creó el estudio que lleva su nombre. Hasta ese momento la casa más cara la había pagado Bill Gates con 126 millones. En estos lugares los hombres más ricos del mundo pasan la cuarentena.
La Casa de Bill Gates, 126 millones de dólares
Xanadú, el monumento que Charles Foster Kane le hizo a su amargura y soledad, era un estrambótico museo de arte romano, animales del áfrica y rompecabezas que nunca se completaban. Orson Welles satirizó a Willam Radoplh Hearst, magnate de los medios, recluyéndolo en la mansión más grande que el cine recuerde. Este homenaje a Ciudadano Kane, una de sus películas favoritas, fue el que le quiso hacer Bill Gates cuando, en el 2015, bautizó de esa manera la casa de Washington que le costó 125 millones de dólares. Entre otras extravagancias cuenta con una casa para invitados de 1.000 metros cuadrados, tiene un edificio propio donde está su piscina, un cuarto de 10 metros de altura en donde está una cama elástica, uno de los juguetes favoritos del matrimonio Gates, un comedor para 200 invitados que es una copia del que está en el palacio real de Madrid, cuentan con 24 baños, 6 comedores, una biblioteca que cuenta con 200 metros cuadrados, seis sofás y joyas como un manucristo firmado por Leonardo Da Vinci que compró en 1994 por 34 millones de dólares.