Era la 1:29 de la tarde del 4 de junio del 2017 y por diferentes medios virtuales se transmitía el concierto “Manchester One love” en homenaje a las víctimas del atentado provocado por el estado islámico el 22 de mayo al finalizar el concierto de Ariana Grande en esa ciudad. Las caras de los 22 muertos y 59 heridos inundaron los noticieros internacionales pocas horas después.
El mundo se pronunció con palabras de apoyo para las víctimas y para Ariana, la consternación por la muerte de unos chicos que solo disfrutaban de un concierto era general. Pero mientras el mundo miraba con dolor a las familias de estas víctimas, guardaba desdén para los que mueren en el conflicto en Medio Oriente.
En septiembre de 2014, una coalición de 40 países, incluyendo a Estados unidos y Reino unido, acordó unir esfuerzos para acabar con el estado islámico, lo cual no han conseguido a juzgar lo que pasó en Manchester. En ese acuerdo Londres se comprometió a entregar ametralladoras pesadas y munición a las fuerzas Kurdas además consideró participar en los ataques aéreos, esto según lo reportado por el periódico El Tiempo.
Es hora entonces de hablar de las víctimas que no han llenado los noticieros, las que los famosos no visitan y las que el resto de los ciudadanos ignora. En bombardeos aéreos contra los barrios de Mosul ocurridos entre el 17 y 18 de marzo del 2017 murieron aproximadamente 250 civiles y otros 273 resultaron heridos. Amnistia internacional reportó estos hechos como “ataques desproporcionados y ataques indiscriminados que violan la ley humanitaria internacional y pueden constituir crímenes de guerra”. Y claro que esto parece demasiado, pero la cuenta de civiles muertos y heridos por la coalición no para ahí.
La ONG Airwars que se dedica a monitorear las muertes de civiles producidas por la coalición reporta en su página web que un mínimo de 3817 civiles han sido asesinados por la coalición y que 76649 bombas y misiles han sido lanzados. Entre enero y febrero de este año 291 personas murieron solo en Iraq. La semana antes del atentado en el Manchester arena 30 civiles dentro de los que se cuentan 11 niños murieron en un ataque a la ciudad Siria de Bukmal ( frontera con Iraq).
Solo con ingresar “coalición contra el estado islámico bombardeos” en el buscador de google aparecen datos que podrían parecer de ficción. Cuesta creer que tantos mueren cada día y a nosotros no nos llegan esos datos, probablemente por eso no nos duelen, porque muchos siguen convencidos que es un juego de buenos y malos donde los que tienen blanco, azul y rojo en la bandera son los héroes.
Ninguna víctima vale más que otra, por eso me duele ver cómo por los niños muertos en Medio Oriente no se hace nada, no se mueve el mundo o las redes sociales. Si la sangre que se derrama no tiene tintes de hablar inglés al mundo no le importa. También es claro que somos un mundo con tantos muertos por las guerras que nos cuesta poder saber de cada uno pero por lo menos deberíamos ser capaces de conocer lo que está más allá de Estados Unidos y Europa.
Dejemos de ser cínicos e indiferentes, porque allá en esos países que probablemente no sabemos ni identificar en el mapa, están muriendo personas cada día a manos de los países que vemos como dioses.
