“El partido Centro Democrático acoge la definición del bien común como conjunto de condiciones en la que cada individuo puede alcanzar su plenitud. En este espíritu el partido concibe la política como un ejercicio franco, trasparente y leal, de cara al pueblo y con el pueblo”. Con este postulado, entre muchos más, quiero manifestar de manera personal e individual a los boyacenses y al país en general que mi partido, Centro Democrático, no ha sido, no es y tampoco será obstáculo para el desarrollo de Boyacá. No somos la talanquera para la construcción de obras que beneficiarán a miles de familias en los 123 municipios, pero especialmente en las ciudades de Tunja y Duitama. Lo anterior, teniendo en cuenta que defendemos y proclamamos “a la familia como institución fundamental para la convivencia social, el progreso del ser humano y la realización de sus ideales”, como lo señalan nuestros estatutos.
Con mucha admiración y profundo respeto recibo y leo entre líneas los informes periodísticos publicados en los últimos días donde señalan al Centro Democrático de ser el responsable de acciones encaminadas a frenar, torpedear y entorpecer el desarrollo de importantes obras de infraestructura lideradas por el ingeniero Carlos Andrés Amaya, gobernador de Boyacá. Sin embargo, la información contenida en los artículos de medios de comunicación se aparta de la realidad de manera subjetiva. La demanda presentada por un diputado del Centro Democrático contra la ordenanza que faculta al gobernador de Boyacá para realizar un empréstito con el fin de realizar importantes obras de infraestructura que benefician a miles de familias boyacenses fue presentada a título personal y no como vocero del partido.
El escrito de demanda presentado ante los jueces de la república contiene única y exclusivamente la firma de él como autor y no las de los congresistas y mucho menos la de su compañero diputado de la bancada del Centro Democrático en Boyacá que pertenece a la coalición de la Asamblea que apoya las gestiones del ejecutivo.
Miles de simpatizantes del partido Centro Democrático en Boyacá, como es mi caso, no vemos en el señor Guillermo Leonardo Sánchez Sánchez ninguna clase de representación, por lo que su actitud individualista, figurativa, maquiavélica y protagónica nos causa sentimientos de rechazo, más sabiendo que se opone al desarrollo de importantes proyectos para Boyacá.
¿O será que él representa a decenas de alcaldes y concejales del Centro Democrático y de otros partidos políticos de los municipios donde serían invertidos los recursos económicos demandados por su señoría, frustrando así los sueños de miles y miles de niños, jóvenes mujeres y ciudadanos de tercera edad de llegar a prosperar la demanda instaurada no contra el gobernador Carlos Amaya, sino contra el desarrollo de obras de Boyacá como lo advierten las publicaciones periodísticas de los últimos días?
Esos supuestos postulados e indebida representación encarnados en este señor no reposan en ninguna de las líneas de los estatutos de mi partido. Todo lo contrario y como lo señalé en el primer párrafo de este escrito, los verdaderos líderes impulsan los proyectos y no se oponen al desarrollo de las regiones como es su caso. “En este espíritu el partido Centro Democrático concibe la política como un ejercicio franco, trasparente y leal, de cara al pueblo y con el pueblo”, pero bajo ninguna circunstancia las acciones individualistas en detrimento del bien común general y social.
Entiendo que la actuación individual del diputado Guillermo Leonardo Sánchez Sánchez podría obedecer a situaciones propias de su edad. Sin embargo, ¿ahora qué le va a decir a los duitamenses, su supuesto pueblo natal, a los tunjanos y a otro pueblos respecto a las obras que no se pudieron realizar por haberse opuesto a la consecución de recursos para el desarrollo del mismo? Por principios y valores ningún ser humano maltrata, patea, ultraja y desconoce a sus semejantes. Esto ocurre únicamente cuando solo se visualiza el bien personal protagónico.
A las cosas hay que llamarlas por su nombre. La demanda presentada por él a una ordenanza de la Asamblea del departamento de Boyacá es a título personal y no a nombre de una colectividad. Espero que estas reflexiones sirvan para hacer una pausa en el camino frente al proceder del señor Sánchez Sánchez y no para edificar revanchismos populistas propios de la escuelas políticas a las que ha pertenecido, que a propósito han sido muchas, dependiendo del gobierno departamental que esté de turno.
No me corresponde levantar juicios personales y menos políticos frente a la labor realizada hasta el día de hoy por el actual gobernador. Sé que hay tropiezos, que existen dificultades, y que hay inconvenientes en el desarrollo de su gestión; todas ellas susceptibles de corrección en beneficio de los intereses de miles y miles de familias de Boyacá. Sumerced no es el gobernador de unos pocos. Sumerced es el gobernador de todos los boyacenses ingeniero Amaya
El Centro Democrático construye, edifica, presenta alternativas de poder y se suma a las gestiones de las administraciones departamentales y locales cuando se trata del desarrollo de obras en beneficio de Colombia y bajo ninguna premisa nos constituimos en bastión de la ignominia, del populismo y de la desfachatez politiquera de unos supuestos que dicen encarnar las mayorías a sabiendas que son rechazados y apartados de la sociedad que quiere a gritos el desarrollo y progreso, como es el caso de mi amado departamento.
