¿Cuándo Se Acaba El Caminar De La Guerrilla De Las FARC?

¿Cuándo Se Acaba El Caminar De La Guerrilla De Las FARC?

La demora del gobierno en la implementación de los acuerdos ha puesto en peligro una paz definitva

Por: Lía Hernández Muñoz
marzo 28, 2017
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
¿Cuándo Se Acaba El Caminar De La Guerrilla De Las FARC?

Durante décadas el pueblo colombiano ha estado buscando materializar la paz con justicia social, resistiendo a los embates de la guerra, construyendo organización social y política, realizando alianzas entre los diferentes sectores, populares, y políticos del campo y la ciudad. Así mismo rodeando los diálogos en la Habana - Cuba, y acompañando hoy el acuerdo de paz que después de cinco largos años se firmó en el Teatro Colón En Colombia.
El haber llegado a la conclusión madura de que hoy el camino es por la vía de la política sin armas, y que es de esta manera como se resolverá el conflicto armado, y logrará una paz con justicia social duradera para todos los colombianos y colombianas. Sin duda es una apuesta a la que no le faltará el apoyo y blindaje de los sectores más vivos y comprometidos de Colombia, y también del mundo.
Hay que ser razonablemente optimistas, y pensar que hay algo claro, y es que esto no se va a resolver con abrazos de paz, de perdón, con una cantidad de los llamados “gestos”.
Aquí tienen que atenderse demandas históricas enmochiladas en fallidos procesos de paz anteriores. No es lo mismo pactar acuerdos por unos cuantos puestos políticos en el parlamento, ministerios, o por unos subsidios dirigidos a algunos de los exguerrilleros; no, aquí se trata de una agenda social y política con equidad. De lo que se está hablando es de la paz con justicia social.
Por eso no será fácil la implementación y la puesta en marcha del acuerdo para ir sembrando la paz. Pero ahí estamos, los colombianos y colombianas para avanzar juntos, después de todo el pueblo colombiano nunca la ha tenido fácil, y así como aquellos cinco años de negociación fueron duros, y se venció, a pesar de todas las trabas que quisieron ponerle algunos personajes siniestros de la guerra, así mismo hay que continuar avanzando.
Algunos analistas políticos, acostumbrados quizás a otras negociaciones llevadas a cabo en el pasado entre distintos gobiernos y grupos insurgentes desmovilizados, pensaron esta vez las FARC EP, esperaban que el gobierno les diera algo similar, y de esta manera, ubicados los comandantes principales en buenas posiciones políticas, económicas y un poco cerca para mirar hacia arriba donde se ubica la clase dominante detentadora del poder, entonces ahí si se ejecutaría la “desmovilización”, cosa que no harán las FARC, y que retumba positivamente en los oídos de los colombianos cuando sus dirigentes dicen “las FARC no se desmovilizan, cambian las armas por la política sin armas”, además entendiendo que esta solo es posible, en una construcción de largo aliento y desde los distintos sectores sociales y políticos de la sociedad.
Solo de esta manera, así será posible la construcción de la paz con justicia social que requiere y precisa el pueblo colombiano, y que siempre ha estado construyendo al enlazar resistencias aquí y a allá, en una constante sinergia de haceres y propuestas.
Es por eso que creemos, que el caminar continuará, que no hay marcha definitiva, por que la paz de Colombia, se hace, y se hará en un constante caminar y sembrar.

Frente a la ilusión, de estos analistas de la derecha, es necesario decir que el gobierno no tiene nada que darles, es la sociedad la que debe acogerlos como ciudadanos y ciudadanas desarmados, brindándoles la posibilidad y el derecho de continuar haciendo política, pero esta vez única y exclusivamente con las armas de las ideas.
La exigencia por parte de los distintos sectores de la sociedad al Estado, para que se cumpla con lo pactado en la mesa de paz en la Habana, principalmente dándole solución a los problemas de las grandes mayorías colombianas, tales como la pobreza, la marginación, la desigualdad el despojo de sus tierras y el derecho a la vida, como el más preciado bien de los seres humanos.
No cabe duda que el pueblo en esta ocasión, está de pie rodeando el acuerdo de paz tan anhelado durante décadas de resistencia, y de sangre derramada por sus mejores hijos e hijas. Para comprobarlo, bastará dar una mirada retrospectiva al 9 de abril de 2013, pero no solo a esta movilización si no a la de los estudiantes en el 2012, movilizados por la reforma a una educación que separe los contenidos académicos y científicos de los intereses privados de la clase dominante que se erige desde los distintos poderes en el país, y que todavía hoy en el siglo XXI, quiere continuar con una educación de domesticación del pensamiento de las juventudes colombianas.
Ellos y ellas le apostaron a la paz. También el lanzamiento de la Marcha Patriótica, desde donde confluyen hombres y mujeres de todos los sectores sociales populares organizados, y políticos. Todas estas movilizaciones y propuestas organizativas, nos está haciendo saber que es desde Colombia, desde todos los rincones del país que se construye la paz con justicia social.
Hay, y habrá dificultades y muchas, es indudable no podría ser de otra manera. Después del genocidio contra la UP (Unión Patriótica) con el asesinato de más de 5.000. hombres y mujeres que se comprometieron con el trabajo político legal en el proceso pactado con Belisario Betancourt, y los cientos de asesinados pertenecientes a un amplio espectro de toda la izquierda de la época, penden como una ofensa en contra de la humanidad misma, y también como un listón de prevenciones que no se puede pretender que se solucionen de la noche a la mañana, aquí estamos hablando de más de cincuenta años mal contados de guerra.

Una Corta Mirada A La Historia
Las FARC EP, son producto en parte del Frente Nacional; para entonces se había generalizado el despojo de tierras, nacen con la consigna de lucha campesina por la tierra, en todo el país. No es extraño pues su énfasis en la tierra y el territorio, esto como vemos no es gratuito ni traído de los cabellos, es la historia misma de este movimiento insurrecto.
En la parte introductoria de la agenda y en los acuerdos con sus seis puntos se establecen con claridad los temas políticos, sociales y económicos, en el entendido que “el desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente, es garantía de paz y progreso”. Como primer punto de discusión se estableció la política de desarrollo agrario integral.
También hay que tener claro, que los que pactan la paz son los que están en la contienda, pero está se mueve, se construye y fortalece desde la participación social, el foro, el seminario, el mitin, la marcha, el taller, la conversación, la huelga, en fin, la rebeldía y la resistencia desde todas las formas y todos los tonos.
No solo hay que continuar en la construcción de paz tal y como se ha hecho desde distintos ámbitos nacionales durante tantos años y décadas, si no que es necesaria la movilización social y política de los distintos sectores populares presionando al paso que se construye la paz, pues fueron estas resistencias las que hicieron que el gobierno se sentara a negociar y se pudiera firmar el acuerdo final de paz.
Por otro lado, no hay que olvidar, el hecho que desde que somos República, el pueblo colombiano viene muriendo de hambre y de guerra, por culpa de un Estado que solo a gobernado en bien de unos pocos, concentrando la riqueza en unas cuantas familias que se rotan el poder de generación en generación, desangrando al pueblo infinitamente, sin escatimar horror y violencia.
Por tanto, existe la necesidad imperiosa de no perder de vista y para de verdad lograr poner fin a la guerra, que ello sólo será posible mediante la realización de transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales tal y como quedó estipulado en el acuerdo final. Sin olvidar, que la paz con justicia social no es gratuita y no podrá limitarse al ejercicio de la competencia político - electoral en un régimen político y un sistema político caracterizados por rasgos criminales, corruptos y mafiosos.

La construcción de paz con justicia social requiere ser llenada de contenidos y estos sólo pueden provenir de la gente, los hombres y mujeres del común, de quienes a lo largo de cerca de dos siglos de vida republicana han padecido el régimen de dominación y explotación que ha servido de sustento a los privilegios de unos pocos.
Es “El pueblo como generador de las condiciones para participar de la resolución del conflicto social, político, económico y ecológico con expresiones armadas que se vive en Colombia. El pueblo como sujeto fundamental en la superación dialéctica del problema de la guerra y la construcción de la paz como superación del conflicto armado, el pueblo como sector mayoritario de la sociedad desde la perspectiva de clase debe ser sujeto principal en la sostenibilidad y desarrollo del acuerdo de paz en Colombia.”
La construcción de la paz en Colombia, a partir de la firma de los acuerdos entre el gobierno y la insurgencia de las FARC en la Habana, y el ejercicio político y social de los colombianos y colombianas amantes de esta paz tan anhelada, todos ellos y ellas están prestos a contribuir a que se abran más espacios de pensamiento, muchos puntos de debate de las ideas políticas, pero también desde el fortalecimiento de esos otros puntos desde donde siempre se han elaborado, sembrado las ideas del pensamiento libertario, que lo han estado haciendo desde siempre, desde la resistencia, en las grandes y pequeñas ciudades del país, por que el tejido social también se reconstruye desde lo micro, desde lo simple, desde la verdad. Muchos pensamos que este acuerdo tiene un filo político muy grande. Son varios acuerdos que juntos hacen uno y un proceso distinto a otros que ya habían existido antes.
Este acuerdo que ha logrado las FARC acompañadas por el pulso en alto de inmensos sectores populares, sociales, políticos; la mirada y la voz persistente de la comunidad internacional, tiene parte de su grandeza en que es un acuerdo colectivo, territorial, es para todos los colombianos y colombianas, por tanto, así hay que construirlo, entre todos.
Por otro lado y para los que no creían que se podía, el día 29 de enero de 2017, las cámaras de algunos canales de televisión, a través de sus noticieros, y programas de opinión, como también las páginas de internet de las FARC, nos dejaron observar las filas de carros, lanchas, planchones y todo tipo de transporte, utilizado para el traslado de los guerrilleros hasta los lugares en los cuales estarán durante 181 días, como también las columnas de cientos de estos muchachos y muchachas, que a píe hacían el recorrido. Era muy fácil que mientras veíamos estas imágenes, se pudieran haber experimentado muchas y distintas emociones, por parte de millones de compatriotas, emociones seguramente muy diversas, que pueden ir desde las netamente políticas, afines o desde el punto de vista filosófico e ideológico, hasta aquellas hermanadas por el afecto, la solidaridad, la ternura, todo eso que nace al ver, sentir y acompañar paso a paso, a estos hombres y mujeres que nos enseñan como se defienden y se siembran las ideas desde las resistencias, desde donde se buscan y construyen mejores condiciones de dignidad, con y para un pueblo y un país.
Pero, también los días 30 y 31 del mismo mes de enero, las columnas guerrilleras continuaban por los caminos, ríos, carreteras y trochas de esta Colombia, inmensa, diversa y resistente, hacia las Zonas Veredales Transitorias De Normalización, donde se hará dejación de las armas y la vinculación a la vida civil de los guerrilleros.
Esto es algo sin precedentes, la guerrilla de las FARC - EP, se viene imponiendo y esta cumpliendo con lo acordado, ha llegado a los puntos de reagrupamiento, muy a pesar que el gobierno a cumplido a medias con la parte que le corresponde y a lo que se comprometió en el acuerdo final en este punto, pues es de todos conocido que los lugares de acogida no están acondicionados debidamente para albergar a los guerrilleros.
Definitivamente ha sido conmovedor verlos marchar hacia el horizonte que los llevará a estar más cerca a un futuro, que es de esperar sea el que el 90% de colombianos queremos para todos.
Como las luchas de los pueblos en busca de su bienestar, se asemeja al saber, y este es infinito, es de esperar que la paz se construya entre todos y todas, y que sin duda ahí estarán siempre aquel conjunto de los “imprescindibles” de los que hablara el Che Guevara. Este es el caminar que habrá de continuar la muchachada, y los más grandes también, para poder seguir construyendo ese derecho inalienable que es la paz.

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