Cuando las hermanas Calle eran un par de desconocidas

Cuando las hermanas Calle eran un par de desconocidas

Israel Motato, un compositor de pasillo, las descubrió hace 38 años

Por: Manuel Tiberio Bermúdez
septiembre 04, 2015
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Cuando las hermanas Calle eran un par de desconocidas

Israel Motato es un compositor que hizo historia con muchas canciones, pero que alcanzó el reconocimiento con Ocúltame esos ojos. Miles de veces al día, en cualquier emisora de corte popular, en cualquier cantina o fonda de pueblo, como un alabanza al desamor se escucha esta canción.

Pero esta canción tan quejosa, tan llena de malquerencia y que ha caminado por el mundo haciendo compañía a los “entusados”, es de un compositor colombiano cuyo nombre es reconocido muy especialmente entre los amantes de la música popular.

Israel es un hombre de mas de 80 años de edad. Nació en Caicedonia, Valle, aunque algunos aseguran que es de Riosucio, Caldas.

Manuel Tiberio: ¿Por qué esta dualidad respecto a su nacimiento, le pregunta Israel?

Israel Motato: “Vengo de una raza indígena. Todos los Motatos son de Riosucio y por eso la gente cree que yo soy de allá. Se disputan el natalicio mío, pero yo soy nacido el 24 de abril de 1922 en Caicedonia, Valle, dice como para que quede claro el lugar de su nacimiento.

“Empecé a componer a los 8 años y mis primeras canciones fueron: Pena oculta, ¿Por qué te fuiste?, Ser suicida, No quiero más vivirAléjate Mujer, Ocúltame esos Ojos, Por tu culpa , entre otras muchas letras que se fueron acomodando en el alma sensible de los hombres del pueblo, de aquellos que cargaban el desarraigo y el desamor a cuestas y que iban por las distintas regiones de Colombia solos, con su bulto de recuerdos y que paraban en las cantinas, tiendas y fondas, a mordisquear sus nostalgias acompañados de esos temas de despecho, desarraigo y desamor”.

Luego fueron llegando temas que ocupaban un sitial de honor y de preferencia en la gente como aquel “que toca el mueble y pregunta: “¿Quién es?....un corazón herido que se dilata...” canta con una voz suave, apagada por el transcurrir del tiempo.

¿Recuerda usted?, me pregunta Israel. “Se llama “Corazón Agonizante” explica para mi desconocimiento de su colección de canciones.

Otro tema que fue éxito –y hace una pausa como espantando la niebla de la distancia que producen los años en su memoria– fue Rosas Muertas que grabaron unos chilenos y que dice: “Después de haberte amado tanto, tanto, mi pecho esta deshecho por el desencanto”, canta para mi.

Me admiro de su memoria, de cómo es capaz de encontrar en sus recuerdos títulos y letras de las más de 10 mil canciones que ha hecho a lo largo de su vida y que tiene compiladas en cuadernos. “Tengo más de 1500 obras grabadas en el mundo siendo la más conocida Ocúltame esos Ojos, afirma.

“Tengo obras que estoy seguro, son mejores que aquella, pero la gente se quedó con este tema y lo tatuaron para siempre en sus memorias. Yo le agradezco esto mucho al público del mundo entero que haya tenido esa preferencia para con esta canción”.

Y es que en verdad Ocúltame esos Ojos se merece el sitial que tiene dentro de los amantes de la música llamada “vieja”, pues según su autor tiene 123 versiones en el mundo.

Son 81 años de vida profesional, de trabajo como compositor para prestarle “sentires y pensares” a quienes el amor les ha dado la espalda o a quienes el desarraigo les cobra su cuota de nostalgia cada noche, en cada cerveza, en cada trago, en cada fonda o cantina donde como en el tango “el licor le miente a su dolor”.

Pero además de compositor ha ayudado a muchos artistas en su vida profesional: “Hace 38 años impulsé a las Hermanas Calle, que son de Bolívar, Antioquia. Más recientemente, el último artista que lancé al mundo del disco es “El Charrito Negro”, quien es de Ceilán, pero ahora vive en Tulúa y es uno de los artistas que más aprecio”.

M.T: ¿Por qué esa dedicación suya a componer canciones de despecho?

I.T: Comprendí desde muy joven que la mayor parte de la gente las pide, las escucha, las hace parte de su equipaje de recuerdos. Yo soy uno que cuando tenía alguna pena me iba a las cantinas a tomar aguardientico y a pedir música del Conjunto América, Los Cuyos, Peronet e Izurieta, Gardel, Magaldi, en fin, todos esos cantantes populares que le decían algo a mis desencantos y tristezas.

M.T: ¿Y hoy, cuando alguna noche se toma unas copas...cuáles canciones prefiere?

I.T: Actualmente me gusta mucho la música del Dueto Buriticá, y en especial ese tema que llama Olvidate de Mi.

(Israel nuevamente canta para mí en un concierto al que ya me estoy aficionando durante esta entrevista: “Porque mi amor se ha ido en mi vida amargada")

M.T: Mucha gente le conoce como compositor, pero no como cantante, y usted ha integrado varios grupos musicales.

I.T: Yo he gravado unos 35 discos. Últimamente grabé Ocúltame esos Ojos a petición del público que quería que lo cantara antes de morir. Lo hice con una de las Colombianitas, que son hijas mías.

M.T: ¿Le ha dejado dinero su labor de compositor?

“No me quejo. El pago por mis canciones me ha permitido vivir. Yo le he dado a ganar a muchos artistas y a muchos cantineros y a muchas fábricas de discos. Pero hoy no tengo nada.

Como anécdota le cuento que una vez me llamaron para pagarme unas regalías por Ocúltame esos Ojos en la voz de Alci Acosta. Yo creí que eran cualquier 500 o 600 mil pesos, pero imagínese mi sorpresa....eran mas de cinco millones de pesos.

He sido muy bohemio, me han gustado mucho las mujeres y todo lo que me han dado lo he gastado. No es que me hayan pagado mal; la vida y la gente me ha pagado bien, sino que soy yo quien no ha sabido distribuir la platica”.

Me despido de Israel agradeciendo su tiempo, su gentileza y que haya excavado en su memoria buscando sus recuerdos para mi curiosidad de periodista.

Al darle mi adiós no puedo aguantarme las ganas de escuchar en la voz de su autor ese tema que tanto licor ha hecho comprar, que tantas lágrimas ha hecho verter...y otra vez, para mi complacencia, la voz de Israel, un poco ajada por los años, con la tranquilidad que pone el tiempo y sin el ímpetu de los años mozos, murmura como si fuera una oración:

“Quien hubiera sabido que a mi dolor eterno

Una mujer tan bella pusiera un grado más

Pues siento en un instante mi cielo en un infierno

Y miro hacia lo lejos la barca en que te vas.....”

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