El partido político que decidió convertir a Colombia en un laboratorio de ensayos terminó volviéndola trizas.
Comenzó con Santos en el 2010. Al primer asomo de autonomía en la conformación del gabinete, al presidente electo se le retiró el saludo por orden de la jefatura natural, graduándolo de traidor: el quiebre llegó con los nombramientos del exsenador Rafael Pardo Rueda y de Juan Carlos Echeverry. Al primero no se le perdona haber insistido en la inclusión del concepto de verdad en el paraproceso llamado Justicia y Paz de 2005; y al ministro de Hacienda, el manejo que como decano le dio al plagio de Jerónimo en los Andes.
El ensayo se llamó Zuluaga, Óscar Iván Zuluaga en 2014: perdieron enlodados en los escándalos del hacker y la plata sucia de Odebrecht; Santos repitió porque el país prefirió una paz imperfecta a unas balas perfectas. El soy porque somos/ubuntu, que usa Francia Márquez para definir su conexión con el universo, en el partido que hoy gobierna se llama guerra: es su principio mentor.
Para el 18 cocrearon un culebrero joven, ataviado de simpatía y guitarrón. Convirtieron esa probeta desconocida en 10 millones de votos. Es un títere, dicen; él lo niega. Pero si alguien tiene que salir a reclamar que sí es el presidente, ese alguien no preside nada de nada de nada. La cara de niño bien portado devino en la del muchacho que tira la piedra y esconde la mano; un nini que no hace, pero tampoco deja hacer: le quedó grande matar la paz y hacer la guerra. Mientras tanto, en sus narices bloquean las carreteras, caen los muertos, aumentan los desaparecidos, los jóvenes tuertos, y se incendian palacios de justicia y de gobierno. A las agencias internacionales les pide tiempo para barrer bajo la alfombra antes de autorizarles vigilar el cumplimiento de los DD. HH.
Vayan viendo, pichones de elector. Miren a ver si continúan ensayando con presidentes a modo prueba/error, que ya están muy crecidos para ir por ahí en las democracias votando por el que les digan. Asúmanlo: la culpa del caos actual no es del gobierno que fue, ni del gobierno que será: es de ustedes que obedecieron en lugar de pensar. Maduren.
