El caos del contrabando colombo-venezolano

El caos del contrabando colombo-venezolano

"Las cifras del Dane demuestran que varios ciudadanos de la región encuentran en esta práctica su forma de subsistencia"

Por: Angélica Rojas Cárdenas
agosto 22, 2016
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El caos del contrabando colombo-venezolano
Foto Archivo La Opinión

La polémica del asunto radica en saber si se merecen ser llamados ‘comerciantes’. Los que trabajan en el corregimiento de La Parada son catalogados por el gobierno local, regional y nacional como ‘contrabandistas’, una plaga más que afecta el desarrollo económico del país. Sin embargo, es inapropiado hablar de desarrollo económico y social en una zona que no cuenta con un sistema de salud apto para sus habitantes, además del único colegio del sector, que no cuenta con las instalaciones adecuadas para la enseñanza y educación. ¿Desarrollo en una zona de frontera donde no hay oportunidad de empleo?

Al parecer al actual gobierno nacional se le olvida que Cúcuta es la segunda ciudad del país con mayor tasa de desempleo -- con un 14,9% durante el el trimestre de abril-junio de 2016--. Lo desalentador del panorama laboral es que en la capital de Norte de Santander se encuentran dos de los portones fronterizos con Venezuela. Y para completar, una de esas puertas fronterizas está ubicada en el corregimiento de La Parada, lo que supone que esta localidad sea una de las zonas con mayor beneficio económico. Pero no es así. ¿Usted se ha preguntado si el gobierno le ofrece alternativas de empleo a los habitantes de estrato 0 1 y 2 de esta localidad?

Las cifras expuestas por el Dane demuestran que estos ciudadanos encuentran en el contrabando la forma de subsistencia. Claro que también hay muchos aprovechados que hacen dinero a costillas de esta zona de frontera, como las bandas criminales que desangran jugosamente  a punta de extorsiones a todo aquel que tenga en la localidad de La Parada una forma de empleo: cambistas, pimpineros, piratas y demás trabajadores. Ni decir de aquellos que no viven en este sector, sino en reconocidos condominios de la ciudad que tienen un capital y deciden invertir en el contrabando. Son estos los que primero salen corriendo a esconderse a sus lujosos hogares cada vez que se presentan allanamientos a los locales comerciales de esta zona, al igual que los criminales. Ellos sí son puntuales a la hora de extorsionar, pero cuando llega la Policía se esconden en el monte para no ser atrapados. Eso sí, cobran las vacunas con el pretexto de brindar seguridad, y aquel que se niegue al pago le cobran una tarifa más alta.

¿'Usted sabe por qué son los mismos vándalos de siempre que se enfrentan a la autoridad, cada vez que hay disturbios por el trabajo de allanamiento que ejecuta la Polfa? Son muy pocos los que luchan o pelean a voz, a gritos, a insultos y a piedra contra la policía. Son ellos los que piden a gritos  alternativas de empleo, porque el contrabando es la subsistencia en esta zona; son ellos los afectados por el proyecto de ley anti contrabando decretado por el presidente Santos.

El problema está en hacerle entender a la comunidad de La Parada que su forma de empleo es perjudicial para la economía del país. Según el Estado y la autoridad, es una forma delictiva, por tal razón son atacados. Y es que al parecer el gobierno nacional no encontró otra forma de acabar el contrabando. Según lo demostrado, no hay soluciones como alternativas de empleo para los pimpineros, maleteros y comerciantes, tampoco hay financiación para que estos habitantes produzcan microempresas: esa es la triste realidad, no hay apoyo por parte del Estado, ni decir del gobierno local, que no interviene por sus habitantes; no crean políticas de apoyo para aquellos ciudadanos de frontera que mueren lentamente con aquellas órdenes de allanamiento.

Aquel que intenta sobrevivir en esta zona de frontera es un criminal o un bandido, porque su forma de subsistir perjudica a la economía ¿será acaso que esa misma economía no es la que sumerge a esta comunidad en la pobreza?

¿Qué va a suceder cuando una enorme comisión de la Polfa invada el corregimiento de La Parada para ejecutar allanamientos a las casas y bodegas comerciales? Que hasta ahora se atreven a realizar, porque hace 50 años, cuando las raíces del contrabando crecían, no parecía ser un problema para la frontera colombo-venezolana.

El gobierno nacional y local no negocian con la comunidad de La Parada porque, para ellos, los que habitan está zona son criminales que afectan a lo que el Estado más le duele: la economía. En La Parada no hay ofertas de empleo, sólo golpes, insultos y maltrato.

 

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