Diez escuadrones especiales de antiterrorismo y antisecuestro, cada uno de ellos conformados por 80 hombres, acaban de llegar al puerto para controlar las cuatro comunas más violentas que tienen en vilo a la principal puerta marítima del país. El propio ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dio la orden de establecer la seguridad que por estos días ha dejado a Buenaventura como la ciudad más violenta del continente. Los 800 hombres al parecer estarán hasta finales de este semestre, mientras se captura o da de baja si oponen resistencia a los bandidos que se quieren adueñar del territorio.
La guerra por el Aguardiente Amarillo no se detiene: la estrategia de la Licorera de Cundinamarca
El recién nombrado gerente Javier Rubiano quiere competirle con su Néctar Dorado y, aunque tiene similar presentación, en el sabor no se parecen
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