Ahora, como intentó RCN con el último protagonista de novela, el partido de La U se agarró de otro salvavidas: le sensualidad. En Bogotá lanzaron a Carolina López a la Cámara. Su logro: ser instagramer. Sus fotos son en un 80% escotada o en bikini.
Frente a una cámara hay un intento de performance: Carolina Lopez actúa como una mujer golpeada, pero es forzado todo el video. Es la estrategia de esta bumanguesa que consiguió que el partido de La U le diera un aval para la Cámara de Representantes.
Es el ejemplo de cómo el otrora partido político más fuerte del país (entre el 2005 y el 2017) se acabó. Solo el año pasado le capturaron a tres alfiles: Ñoño, Musa y Martín Morales. Roy no se iba a lanzar. La debacle es total. Así que en tiempos de guerra, se agarraron de cualquier tabla. Ya lo habían hecho aceptando a varios cuestionados herederos de clanes con líos por paramilitarismo, como José Alfredo Gnecco y Andrés García Zuccardi.
Ahora innovamos en la sensualidad. La pelada es egresada de derecho de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y dice que está haciendo una especialización. Su bandera de campaña es la defensa de los derechos de la mujer, y por eso hace varios performance. Montó un página web, de su campaña, pero con el slang “me liberé” como si fuera más campaña social que política. Lo cierto es que la montó solo este año, ya en campaña para llegar al poder.
Carolina estuvo casada con José Roberto Pérez, representante a la cámara por Casanare. La primera vez que estuvo en medios fue cuando denunció que Pérez le pegaba. En ese momento se conoció que era recurrente en él agredir a las mujeres. Pero Carolina lo contó, y luego desapareció del activismo.
Ahora intenta mostrar que siempre fue una activista, pero se nota falso. Se nota político.
Su discurso suena prefabricado. Con orgullo dice que se cuida el cuerpo por salud, que no le importa nada del qué dirán. Pero se nota la cirugía.
Es la metamorfósis del partido que nació para reelegir a Álvaro Uribe, que luego pasó a ser el de Santos y enemistarse con el fundador. Es la metamorfósis de un partido que no solo lo salva hoy la maquinaria - varios gamonales como Lizcano se han retirado - sino que tendrá que mezclar populismo barato con maquinaria para intentar mantenerse al menos relevante en el Congreso.
