El turismo en Colombia continúa mostrando una notable recuperación y crecimiento. Según cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, basadas en datos de Migración Colombia, entre enero y septiembre de este año el país recibió 4,8 millones de visitantes no residentes, lo que representa un incremento del 9 % en comparación con el mismo periodo de 2023. Este aumento no solo evidencia el atractivo del país como destino, sino también la capacidad de sus regiones para adaptarse a las demandas de los viajeros.
En este contexto, Santander ha emergido como un referente en turismo de lujo, empresarial y de bienestar, con Bucaramanga como epicentro de esta transformación. La oferta hotelera como el hotel Punta Diamante en Ruitoque, desde su inauguración en 2017, ha combinado una infraestructura de primer nivel con servicios altamente personalizados, consolidando a la región como un referente en turismo de lujo y bienestar, además de ser un punto estratégico para el turismo empresarial.
El segmento MICE (reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones) ha cobrado una relevancia particular en la ciudad en los últimos años. Esto se puede evidenciar en las cifras reveladas por Punta Diamante, donde más del 60 % de su ocupación proviene de eventos empresariales y sociales con capacidad de hasta 600 personas en sus lujosas instalaciones. De hecho, en lo que va del año, se han organizado más de 127 eventos en el mismo, de los cuales 51 fueron corporativos y 76 sociales. Este dinamismo no solo impulsa la economía local, sino que también fortalece la proyección internacional de la región como un lugar capaz de satisfacer las expectativas de los viajeros más exigentes.
Otra tendencia que ha ganado terreno es el turismo de bienestar. Según el Global Wellness Summit, este sector crecerá un 20 % para 2025, y Bucaramanga ha sabido capitalizar esta oportunidad con propuestas enfocadas en experiencias que priorizan la salud física y mental. Spa de grandes dimensiones, circuitos de hidroterapia y programas personalizados de relajación son solo algunos de los servicios que están atrayendo a viajeros en busca de desconexión y revitalización.
"El turismo de lujo ya no se trata solo de ostentación, sino de ofrecer experiencias personalizadas que conecten con las necesidades de los viajeros", comenta Alejandra Castillo, Gerente General de Punta Diamante. "En Bucaramanga hemos visto un crecimiento significativo en la demanda de servicios exclusivos, como nuestro Aqua Spa, que se ha consolidado como uno de los más grandes de Latinoamérica. Este tipo de apuestas no solo nos permite diferenciarnos, sino también contribuir al posicionamiento de Santander como un destino de alto nivel".
El auge de estos segmentos no solo se refleja en la ocupación hotelera, que en algunos casos se mantiene estable, sino también en el crecimiento sostenido de los ingresos en los últimos años. Además, el impacto va más allá de lo económico. La generación de empleo es otro de los aportes del sector. Por ejemplo, Punta Diamante ha creado 80 puestos directos en los últimos años, de los cuales el 72 % benefician a residentes de Santander. Esto refuerza el compromiso de los actores del turismo con el desarrollo de las comunidades locales.
Con una oferta que combina lujo, exclusividad y conexión con la naturaleza, Bucaramanga y Santander están demostrando que el turismo puede ser un motor de desarrollo regional. La capacidad de reinventarse, atender a diferentes segmentos de mercado y ofrecer experiencias únicas posiciona a esta región como un destino imprescindible en el mapa turístico colombiano.