En Sabanalarga, Atlántico, una comunidad religiosa ocupó los titulares tras conocerse que se preparaba para la segunda venida de Cristo a la Tierra, que supuestamente sería el pasado 28 de enero. Como parte del proceso, según algunos de los creyentes, renunciaron a sus trabajos, vendieron sus pertenencias para despojarse de lo material y darle el dinero al pastor, y se sometieron a un largo ayuno (que dejó a muchos enfermos).
Pues bien, la fecha llegó y, como muchos esperaban, nada pasó. Los feligreses quedaron en shock, ya que, fuera de sentirse defraudados en su fe, se quedaron sin nada. Además, el shock se hizo peor porque, de acuerdo con múltiples versiones, el pastor no habría vuelto a dar la cara y tampoco se habría comunicado con ellos por ningún medio. Acá un reportaje sobre la situación:
Los feligreses de la Iglesia Berea de Isabel López, Atlántico, vendieron todas sus pertenencias, motivados por la promesa del pastor de esa congregación, sobre la supuesta llegada de Cristo.
Hoy, están sin un peso y el pastor no aparece.
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