En Tibú, delante de los representantes de los campesinos y en el contexto de las fallidas negociaciones en el Catatumbo, el vicepresidente Angelino Garzón expresó su intención de aspirar a la Alcaldía de Cali o la de Bogotá dependiendo de las circunstancias políticas. Garzón no ha disimulado su decepción frente al desdibujado rol del Vicepresidente en el esquema gubernamental colombiano. Lo suyo está más dirigido a la ejecución de acciones concretas.
La guerra por el Aguardiente Amarillo no se detiene: la estrategia de la Licorera de Cundinamarca
El recién nombrado gerente Javier Rubiano quiere competirle con su Néctar Dorado y, aunque tiene similar presentación, en el sabor no se parecen
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