En medio de las controversias, Nicolás Maduro hizo su juramento frente a frente a uno de sus mayores aliados, entre ellos, Jorge Rodríguez quien funge como presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela. Además de ser diputado Rodríguez fue el tambor mayor de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la mesa de negociación con la oposición a través de la cual la comunidad internacional creyó encontrar una salida democrática de transición de poder pero que Maduro, a través de Rodríguez, supo manipular hasta conseguir incluso la liberación del colombiano Alex Saab.
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La representación internacional que se hizo presenta, incluida la de Colombia fue a través de embajadores o funcionarios enviados desde los países, pero el gran público asistente estuvo integrado por el cuerpo legislativo y copartidarios y amigos del gobierno. Los dos únicos mandatarios fueron el Presidente cubano Miguel Díaz Canel y Daniel Ortega de Nicaragua cuya asistencia y la de su esposa Rosario Murillo no estaba prevista puesto que se habían excusado. Sin embargo, llegó a última hora.
Maduro arranca su sexenio con complicadas relaciones con un buen grupo de países latinoamericanos como Chile, Panamá, Perú, Costa Rica y Uruguay. ¿Paraguay? Y con relaciones rotas con Javier Milei de Argentina.
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Allegados a Maduro por afinidad política como es el caso de Luis Alberto Arce, presidente de Bolivia, le envió una felicitación y abrazo a la distancia a través de un mensaje de Twitter.
Los primeros ministros de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Gali, primer ministro y de Antigua y Barbuda Gaston Browne, asistieron al acto de posesión de Maduro quien recibió el mando con un discurso de casi dos horas.
Mientras Maduro se posesionaba, Estados Unidos elevaba el valor de recompensa por su captura
A raíz del confuso episodio con la candidata de la oposición María Corina Machado, en el que fue retenida y luego liberada, el gobierno de Washington radicalizó su posición frente al régimen y en particular contra la cúpula.
En las últimas horas empezó a circular el “SE BUSCA” con recompensa a quien brinde información de Nicolás Maduro, de su ministro del Interior, Diosdado Cabello, y de su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, por los delitos de narcotráfico: distribución, tráfico de drogas y corrupción.
La recompensa por Maduro y Cabello será por USD25 millones, cada uno, que equivale a 109 mil millones de pesos mientras que por el general Vladimir Padrino López, cabeza de las Fuerzas Militares, son USD15 millones que serían 66 mil millones de pesos.
A esto se le suma, las sanciones y restricciones de visas que se avecinan para los funcionarios del gobierno de Maduro y se ha empezado a hablar nuevamente de apretar las sanciones económicas.
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