El retiro de la reforma tributaria por parte del presidente Duque es mucho más que una respuesta tardía del gobierno a un clamor de amplios sectores del país. Mucho más que una muestra de la incapacidad del equipo gubernamental de leer el momento. Mucho más que la muestra de las debilidades de quienes tienen la responsabilidad de tomar las decisiones adecuadas para una sociedad en situaciones tan críticas como la actual. Lo que realmente enfrenta el presidente Duque y el gobierno como un todo, incluyendo su partido el Centro Democrático, es un escenario muy distinto al que tenían y en el que se habían movido cómodamente hasta ahora.
Se acabaron esas barreras de protección que habían construido con amplios sectores de la dirigencia nacional y que contaban con el apoyo de muchos medios de comunicación. Muchas críticas a manejos errados se habían encontrado hasta ahora con la imposibilidad de hacerlas públicas e inclusive de debatirlas frente a los argumentos que apoyaban sin beneficio de inventario, decisiones del presidente y su equipo. Pero ese no es el escenario actual. Hoy se abrió una compuerta que no se va a cerrar porque demostró un poder que no se conocía, derrumbar decisiones que el presidente Duque había declarado públicamente como inamovibles. Nada menos que la reforma tributaria que había recibido en medio de las protestas, apoyo de reconocidos economistas del país. Pero ese blindaje se acabó
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Este nuevo escenario en que se encuentra con todo su equipo y su partido tiene que ser muy claro para ustedes, para evitar que los meses que le faltan a esta administración sean un infierno
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Este nuevo escenario en que usted se encuentra con todo su equipo y su partido tiene que ser muy claro para ustedes, para evitar que los meses que le faltan a esta administración sean un infierno no solo para ustedes sino más grave aun para ese país que hoy se siente empoderado. Por ello, obvio que se requieren consensos, de paso, muy difíciles de conseguir, pero además se exige una forma muy distinta de gobernar en este período que les queda. Un equipo de gente con experiencia que en vez de ser áulicos de un presidente que ha demostrado sus claras debilidades, le ayude a no cometer costosos errores. Un equipo que entienda el momento crítico que vive la sociedad colombiana la cual además de los males comunes con el resto del mundo, agrega en estos momentos, la pérdida de gobernabilidad de quienes deben tomar las grandes decisiones nacionales.
Es el momento de reflexión presidente Duque y también para usted expresidente Uribe, porque se ha evidenciado que muchos errores vienen precisamente de su mirada de ver y manejar este país, en momentos donde la sociedad encontró el impacto que pueden generar sus protestas. Por ello, Presidente Duque, nunca como ahora más de lo mismo es imposible porque puede incendiar aún más a este país. Por ello empiece por reconocer que lo sucedido es un cambio drástico de escenario para gobernar a Colombia en el período que le falta. Ese es el mensaje que debe transmitir a quienes lo acompañan, pero más aun a quien lo sigue asesorando así sea entre bambalinas, el expresidente Uribe.
Con una nueva reforma tributaria, más realista y menos cargada hacia sectores de la población muy afectados por la pandemia y la crisis económica, no va a regresar el gobierno al escenario anterior. En eso no se equivoque presidente Duque y no transmita ese mensaje erróneo al equipo que lo acompañe en esta ultima etapa de su administración. Este momento es un quiebre histórico que no debe ni puede ignorarse.
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