El Presidente del Banco agrario tenía pensado estrenar la camioneta Toyota de alta gama en el receso de fin de año en el Tolima, su tierra. El blindaje que mandó a colocarle y que será utilizada para su desplazamiento personal, no alcanzó a estar lista para la fecha prevista antes de las fiestas decembrinas, lo cual le ocasionó a Mejía un contratiempo que terminó en pataleta en las oficinas de la entidad.
La 4x4 para uso del funcionario supera los $ 300 millones, un lujoso e innecesario gasto inexplicable que, además, contradice la directriz presidencial de austeridad firmada por Iván Duque y que cubre a todos los funcionarios públicos.