Al ritmo de la banda marcial estudiantes, dinamizadores, guardia indígena y autoridades participaron del desfile que dio apertura a la celebración de 50 años de vida educativa en el resguardo indígena de Puracé. El recorrido se realizó por las principales calles del poblado hasta llegar al parque principal, donde se entonaron los diferentes himnos, y se dio apertura al evento por parte de las autoridades y del coordinador de la institución.
Hace cincuenta años un grupo de padres de familia le aportó al proceso educativo en este resguardo y que hoy ha dado sus frutos, siendo uno de los territorios con el mayor número de profesionales en diferentes áreas, dentro del pueblo Kokonuko.
Han sido cinco décadas de esfuerzo, dedicación y compromiso de propios y de personas ajenas al territorio que llegaron a aportar y que se enamoraron de la pujanza de su gente y se quedaron para ver cosechar lo que sembraron. El colegio Manuel María Mosquera nació el 18 de agosto de 1972 gracias a la iniciativa de personajes que hoy ya han partido al seno de la Madre Tierra como Nabor Melo y Diógenes Manquillo.
Hoy su legado sigue vigente, pues son 37 promociones de bachilleres los que ha entregado esta institución a la sociedad puraceña que vio nacer poco a poco esta institución que cuenta con un plantel docente mucho mayor que con el que inició, muchos de ellos egresado de la misma.
De esta manera, del 16 al 19 de agosto en Puracé se celebra y se reconoce el esfuerzo de los mayores que decidieron aportar su granito de arena a este proceso de educación. Son cientos los estudiantes que han pasado por sus aulas y en la actualidad son grandes profesionales en áreas como: derecho, biología, administración de empresas, contaduría, psicología, licenciados, ingenieros, entre otras.
Encuentro de egresados
En el marco de la celebración de 50 años se brindó un espacio a los egresados de la institución que su primer momento se denominó colegio cooperativo mixto Manuel María Mosquera y que lleva el nombre del fundador de Industrias Puracé, empresa minera que durante décadas fue el sustento económico de esta comunidad.
Por medio de un panel los egresados compartieron las experiencias que vivieron dentro de su proceso de formación secundaria, pero a su vez cómo el colegio fue ese peldaño que los impulsó a seguir formándose, “el colegio me enseñó que nunca bastaba con ser bueno, había que ser excelente”, fueron algunas de las frases que se mencionaron en este espacio.
También uno de los recuerdos poco agradables en este escenario fue la toma guerrillera del 2001 que marcó un antes y un después en la historia del colegio, debido a las afectaciones que sufrió la infraestructura, lo que hizo necesaria la reubicación de la planta física y posterior oficialización como institución educativa en el año 2003.
Reconocimientos
Con la participación de exdocentes, exdirectivos, padres de familia, exrectores, estudiantes y egresados se inició la agenda del 18 de agosto donde se entregaron reconocimientos a las personas que de una u otra forma contribuyeron a la creación de los cursos de bachillerato en Puracé. En este espacio resaltaron personajes como José Elías Chanchi primer docente y rector, Nicolas Diaz, exdocente y exrector; Egdar Cristóbal Delgado, exrector y compositor del himno del colegio, entre otros.
A su vez fue un espacio para agradecer a los padres de familia que iniciaron con este proceso por medio de bingos, ventas de empanadas y diferentes actividades para poder pagar a los educadores; asimismo a los gobernadores en sus diferentes vigencias que han aportado a la educación, pues desde el año 2010 le fue entregada la administración al resguardo indígena de Puracé, permitiendo el fortalecimiento de la educación propia.
De esta manera, en medio de la alegría de los puraceños, con encuentros deportivos en los que participaron las instituciones educativas de Santa Leticia, Coconuco y Paletará, al ritmo de la danza del grupo Burash, del cantar de grupos musicales como Tierra de Fuego e Inti is y con la reunión familiar a través de un bingo se vivenciaron estos cuatro días de celebración en la que como se reza en su himno: “los puraceños triunfaron en la lucha por la educación”.
