Solo el presidente Santos y el jefe negociador Humberto De La Calle, han salido a asumir la responsabilidad política por el triunfo del NO, pero otros también se la jugaron a fondo. Algunas de sus actuaciones en favor de la campaña tuvieron un efecto contrario al buscado y terminaron perjudicando el Sí. Estos son cinco de las caras visibles a las que no les salió bien la tarea.
El jefe de debate: César Gaviria
Gracias a sus buenos resultados en la segunda vuelta presidencial cuando ayudó a lograr la reelección de Juan Manuel Santos el expresidente Liberal se convirtió en consejero permanente del presidente y jefe de debate de la campaña del Plebiscito con un importante presupuesto a su cargo y con la coordinación de los equipo de campaña en todas las regiones.
Gaviria logró adueñarse políticamente de buena parte de los puestos claves del proceso de paz: ya tenía a su exministro de gobierno Humberto De La Calle como jefe del equipo negociador y luego logró llevar a su exministro de defensa Rafael Pardo como ministro del posconflicto, a su exsecretario Fabio Villegas como gerente de la campaña por el SI ante el sector privado y al publicista Miguel Silva influyente en la campaña de proceso. Como jefe de debate, César Gaviria, fue el hombre más influyente en el proceso de paz, al menos del lado del gobierno, pero su liderazgo causó fracciones en los partidos de la Unidad Nacional donde La U, Conservadores y Cambio Radical, le reclamaron por utilizar la campaña del plebiscito en función de sus intereses políticos y los del partido liberal.
El expresidente utilizó una estrategia de campaña basada en las giras, los medios y el discurso contra el expresidente Uribe y el Centro Democrático a los que varias veces se dirigió con señalamientos de alto calibre.
El primer escudero: Martín Santos
El presidente Santos encontró en su hijo a su más aguerrido defensor frente a sus contradictores. Martín, salió a defender al Presidente en medio del fervor de la campaña en varias ocasiones incluso cazando enfrentamientos con diferentes políticos y con su tio Francisco Santos y su primo Pedro a quienes increpó en varias oportunidades. El poder de Martin en la campaña era tal que entre los asesores del Presidente se rumoraba que había incomodidad por si injerencia en todos los temas. Su plataforma de campaña fue la Fundación Buen Gobierno de la que fue director y desde la cual lideró distintos foros, todos el respaldo al proceso de paz. Su actividad en redes sociales era polémica por cuenta del tono de sus mensajes que jugaron en contra del resultado esperado en la Casa de Nariño.
La exministra de Educación Gina Parody y sus cartillas de orientación sexual
Gina Parody estaba en funciones en el ministerio de Educación pero pidió una licencia de dos meses para acompaña al expresidente César Gaviria en la campaña por el Sí. Su salida fue vista como una renuncia discreta, en medio de multitudinarias marchas en su contra por cuenta del malestar entre padres de familias, profesores y religiosos, que causó la distribución entre los estudiantes de una cartilla llamada ‘’Cartilla ambientes escolares libres de discriminación’’. A Gina Parody pero su figura jugó en el resultado pero a favor del NO. Para algunos analistas el quiebre de la tendencia a favor del NO se dio por cuenta de las iglesias cristianas y de familias de corte conservador que asociaron el acuerdo de paz con el malestar frente a la ministra de Educación que no logró para desapercibida en la campaña y cuya continuidad en el gobierno, después de la derrota, no es del todo clara.
Claudia López: la Senadora que ‘’voto con guantes por Santos’’ pero fue aliada importante en la campaña del SÍ.
La Senadora de la alianza verde Claudia López es una de las figuras de opinión más consultada en el país. Sus trinos los leen 515 mil personas y sus declaraciones altisonantes tienen lugar en casi todos los medios de comunicación. La senadora que arrancó distante del gobierno y terminó como aliada –hoy asistió a la reunión que convocó el presidente Santos con los jefes de los partidos- y durante la campaña lideró decenas de reuniones en todas las ciudades junto a su compañera de partido la representante Angélica Lozano. Aunque muchos los seguidores de la senadora, su nivel de confrontación y palabras que algunos consideraron provocadoras, también pesaron en contra de la campaña del SÍ.
Los grandes medios de comunicación
A excepción de unos pocos medios de comunicación independientes, la gran mayoría tomaron partido por el SÍ. El Tiempo, Semana, El Espectador, lo hicieron saber sin ningún matiz en sus portadas, notas informativas y en sus páginas editoriales. Las emisoras de radio también tomaron posición. En la W, RCN, y Caracol, sus propios directores llamaron a votar por el SÍ y algunos medios digitales como KienyKe, Confidencial Colombia y La Silla Vacía también hicieron explicita su posición. Esa posiciones unánime no gustó en algunos ciudadanos y ayudó a creciera la desconfianza en los medios de comunicación y le dio gasolina a las redes sociales que fueron la gran plataforma de la campaña del NO que se quejó de falta de pluralismo den los medios tradicionales.
