Quienes se definían como los más verticales defensores del legado del caudillo mostraron el cobre sobre su verdadera identidad en el momento que su jefe los desempolló de sus alas para dejarlos volar solos. Los parlamentarios que se arropaban bajo la sombra del patrón para disfrutar de las benevolencias inmediatistas que les brindaba su posición le han sacado el cuerpo a lanzarse a la palestra pública porque la ciudadanía no los reconoce ya que el voto de los potenciales electores que los eligieron no lo hicieron por ellos, sino por el gran manipulador.
Ninguno de ellos tiene reconocimiento de liderazgo, ni en la parroquia de sus barrios, fue la astucia de quien los maneja lo que permitió que estos extintos culebreros llegaran al congreso cuando los metió a dedo en la lista cerrada. Ahora que se sienten desvalidos al tener que enfrentarse solos ante la ciudadanía, ponen los pies en polvorosa, escudándose en supuestos principios de lealtad con su mentor para justificar su huida.
Alfredo Rangel, Alfredo Ramos, Susana Correa, confirmaron “que no aspirarán más al Congreso (dizque) para no enfrentar al expresidente Álvaro Uribe”. Paloma Valencia, quien había manifestado no participar, fue acogida por el brazo paternal de Uribe y ubicada en el tercer lugar de la lista abierta.
El senador Alfredo Rangel además argumentó una supuesta defensa de la integralidad de los partidos al decir que “la desventaja de una lista abierta son todas porque en lugar de tener un partido unificado, un proyecto colectivo, una unidad ideológica y una coherencia en el accionar político, lo que se tiene son una multiplicidad de pequeñas microempresas electorales, cada quien con su propio interés y tratando de acabar al vecino de su propio partido en la disputa por los votos”.
José Obdulio Gaviria de quien se pensaba que no aspiraría dijo “no hay que llorar sobre la leche derramada, ya explicamos por qué no debería ser y además yo anuncio mi voto por Uribe y a él le pido mi voto por mí”. En la lista quedó inscrito estratégicamente en el último renglón.
Everth Bustamante sostuvo que “yo estoy incluido dentro de la lista abierta, mi nombre fue incluido, yo no comparto esa determinación de hacer una lista abierta porque eso es cederle a las prácticas que han dañado la política en Colombia, eso es retroceder”.
Dijo que eso es un grave error en el que incurrió el partido, “pero esa es la determinación, y dentro de esa decisión que mi nombre fue incluido en una lista abierta yo participaré, pero seguiré combatiendo las malas prácticas, práctica de compra de voto y es lamentable que eso le esté sucediendo al Centro Democrático, pero pierde el país en un proyecto que estaba tomando fuerza”.
Sin embargo, la osada María Fernanda Cabal ha manifestado “Hay mucha gente que va en cola. Yo sé que la campaña por lista cerrada vale menos y uno se ahorra trabajo, pero sí creo necesario hacer un ejercicio de buscar votos”. Ella sí sabe de la cosa electoral y tiene los suficientes recursos para hacerlo.
Según se conoció, el CD finalmente inscribió 60 renglones. El tristemente célebre General (R) Luis Alfonso Plazas Vega entró a reemplazar en la lista a su esposa.
Estos personajes los que se lanzan y los que se van no tienen más alternativa que continuar siguiendo lo que su jefe les ordene, porque el CD está lejos de ser una organización política partidista, porque el poder y la línea, la define unilateralmente su máximo caudillo e inspirador.
