En la mañana del martes 7 de febrero del 2017, los hijos de Pedro, María y Juan y José llegaron muy temprano a la Institución Educativa San Antonio de Padua en el municipio de Timbío donde no solo estrenarían las aulas inauguradas el día anterior sino los pupitres previamente codificados por los directivos del plantel. Se veían rostros alegres al ver que el vetusto colegio en el que iniciaron sus actividades escolares había desaparecido para darle paso a unas modernas instalaciones con las normas exigidas por el Ministerio de Educación Nacional.
Lo que seguramente desconocen muchos de los estudiantes es que lograr contar con una nueva edificación fue proceso de lucha de varios años por parte de los directivos del plantel, las autoridades municipales y los padres de familia que sufrían al saber que una parte del viejo colegio podía caer sobre sus hijos. Pero tras la blancura de las paredes, la transparencia de los vidrios recién instalados, los pupitres brillantes, el ascensor y los grandes patios hay una mezcla de envidia, de protagonismo político, de intereses de figuración en la sociedad timbiana y hasta de ponerle el palo a la rueda del desarrollo de este municipio sumido en la politiquería durante muchos años.
La historia reciente se remota a los años 90 cuando el colegio empezó a registrar daños en sus techos que poco a poco amenazó las paredes construídas con ladrillo pegado con calicanto, sin refuerzo de hierro debido a la falta de obras de mantenimiento en tiempo adecuado. Las vigas de madera carcomidas por el comején tuvieron que ser soportadas con tacos de guadua y aún así los estudiantes recibían sus clases diarias. Fue esta la situación que motivó a la alcaldesa municipal de ese entonces Maribel Perafán Gallardo a mediados del año 2013 a formular un proyecto para la construcción de una nueva edificación. Destinó para ello recursos del fisco local y contrató a un arquitecto que se encargó de los diseños de esas instalaciones cuyos avances fueron socializados con la comunidad el 6 de agosto del 2013 y el documento final presentado a finales del mes de noviembre de ese mismo año.
Solo había transcurrido un mes cuando se tenían buenas noticias desde el Ministerio de Educación Nacional que aprobaba el proyecto a través de la Gobernación del Cauca que de inmediato convocó a una reunión con el entonces rector de la institución Diego Fernando Ordoñez, la alcaldesa municipal, profesores y algunos padres de familia el día 18 de diciembre del 2013 . Allí el Gobernador del Cauca de ese periodo Temístocles Ortega Narvaez entregó detalles de la aprobación de esa iniciativa y de los aportes que se harían desde su gobierno para poner en marcha las obras porque dentro de los compromisos estaba el de entregar el lote listo para la construcción.
El recurso requerido para la primera etapa, la de la demolición estaba lista y se preparaba la licitación pública cuando el concejal Paulo Cesar García Reyes apoyado por algunas personas de la cabecera municipal determinó oponerse legalmente al adelanto del proyecto y a través de la Contraloría buscó que se suspendiera el proceso de demolición con el argumento que el viejo colegio hacía parte del patrimonio histórico del Municipio. El proyecto se paró de inmediato por orden del organismo de control. El concejal García Reyes se declaraba triunfador y en su página de Facebook afirmaba “otra que le gano a la alcaldesa”.
Mientras tanto la comunidad muy disgustada por lo que había ocurrido determinó hacer conocer su descontento con una marcha por las calles de la localidad de Timbío y así lo hicieron el 9 de Mayo del 2014 cuando no solo se protestaba sino que se le daba un adiós a la edificación que sería demolida. Desde la cancha del Mangón frente a la Parroquia Nuestra Señora de las Lajas partió la manifestación que encabezaban las directivas del plantel, la banda de paz de la Institución Educativa Carlos Albán, seguida de la imagen de San Antonio, patrono del colegio, el párroco del lugar, estudiantes, madres comunitarias, beneficiarias de Familias en Acción, juntas comunales y una buena cantidad de personas que miraban con asombro como algunos dirigentes no compartieran la idea de un colegio nuevo. Había muchos carteles de respaldo pero no faltaron los que sacaron la lista de las personas opositoras y echaron abajos en sus consignas. El adiós a las ruinas del colegio fue con palabras de agradecimiento al Patrono San Antonio, a María Inmaculada, a quienes orientaron las nuevas generaciones y que ya están en uso de buen retiro y a las instalaciones que fueron testigas mudas de la formación de un puñado de mujeres que han forjado el desarrollo de la comunidad timbiana. El pueblo se había pronunciado.
Hechas las averiguaciones se encontró que efectivamente el Concejo Municipal había declarado Patrimonio Histórico el colegio en mención mediante el acuerdo 004 de 1993 pero que nunca hizo la respectiva inscripción en las dependencias del Ministerio de Cultura. Así lo ratificaron delegados de la Coordinación de Cultura Departamental del Cauca que asistieron a un debate público adelantado el 13 de mayo del 2014 en el propio Colegio y donde el Concejal opositor no hizo presencia y solo envió algunos de sus seguidores que naturalmente no tenían ningún argumento. En esa fecha el colegio estaba a reventar de público y en medio de la multitud un campesino de pura cepa averiguaba cual era el concejal que se oponía a la obra. Otro labriego que había dejado la parcela para apoyar el futuro de sus hijos preguntó para que lo quería conocer y éste contestó: para darle en la jeta por ignorante. Ante este hecho quedaba una alternativa que era la de derogar el acuerdo aprobado por el Concejo municipal para lo cual se convocó a un cabildo abierto para el 27 de mayo.
Los ataques al proyecto por redes sociales y otros medios de comunicación no se detenían por parte del concejal lo que motivó a la administración municipal la convocatoria a una rueda de prensa que se realizó el 19 de mayo en la ciudad de Popayán en la que se entregaron detalles de todo el proceso. Igualmente se entregaron elementos para el debate a realizarse en el cabildo abierto en las instalaciones del Concejo Municipal.
En la fecha indicada llegaron profesores, padres de familia, estudiantes, autoridades municipales y medios de comunicación llegaron al recinto del Concejo para conocer en detalle el tema. El presidente del Concejo abrió la sesión y recomendó no hacer ruido, no aplaudir, no arengar dentro del recinto bajo la amenaza de suspender el cabildo. El Concejal Paulo César García Reyes presentó las razones a su oposición de lo que ya comentamos y pidió que no se derogara el acuerdo y no le prestó atención al riesgo que corrían los estudiantes. Uno de los más férreos opositores a la administración municipal, don Jesús Elver García tomó la palabra cuando se le permitió a la comunidad su participación y en tono enfático afirmó que el proyecto no podía suspenderse por ser de interés colectivo. Luego lo hicieron varios padres de familia en el mismo sentido. En seguida García Reyes abandonó el recinto aduciendo que “con personas ignorantes no se pude discutir”. Le tocaba el turno a los concejales y el representante por la ASI acompañó a García en su salvamento de voto pero sin mayor argumentación. Luego vinieron las diferentes bancadas que expusieron sus diferentes motivaciones para apoyar la construcción del nuevo colegio. Faltaba el partido conservador. Había expectativa entre los asistentes aunque ya había mayoría en favor del proyecto. El representante de esa colectividad tomó la palabra y en forma contundente aseguró que “el partido conservador no puede pasar a la historia como el opositor al desarrollo del municipio” y así se aprobó la derogatoria del acuerdo y se dio paso a la continuidad de la iniciativa.
Adjudicado el contrato para la demolición de un colegio que solo contaba con un 10 por ciento de sus instalaciones con alguna utilidad, se inició el desmonte de las tejas, las pesadas vigas para dar paso al retiro de los ladrillos. A diario en las tardes se observaba la fila de personas que buscaban les dieran un palo para leña o una teja para hacer una ramada. Las excavaciones ya se iniciaban y otra vez surgieron inconvenientes. Un vecino del colegio que se había pasado los linderos reclamaba propiedad sobre un pedazo del predio de la institución y allí debieron pararse los trabajos hasta solucionar el litigio en beneficio de la comunidad
De allí en adelante las cosas no avanzaban como se quería porque fue necesario modificar el diseño y por lo tanto se incrementaban los costos lo que implicó gestionar los dineros faltantes que finalmente aportaron la Gobernación del Cauca y la propia Alcaldía Municipal. Entre tanto los estudiantes debieron asistir a clases en diferentes colegios pero siempre con el sueño que algún día llegarían a la Institución Educativa prometida.
Por fin el 6 de Febrero del 2017 en horas de la mañana se cumplió el sueño. Se abrieron las puertas de la nueva edificación con presencia del gobernador del Cauca Oscar Rodrigo Campo, las autoridades municipales, directivas del establecimiento, profesores, estudiantes y comunidad invitada al acto inaugural. Allí retornaron la exalcaldesa Maribel Perafán, el exgobernador del Cauca Temístocles Ortega, el exrector de la Institución Diego Fernando Ordoñez y muchas otras personas que en su momento dieron la pelea por la educación timbiana. Luego de un recorrido por la construcción el párroco del lugar dio la bendición a estas instalaciones, se adelantó el acto protocolario, los aplausos, los agradecimientos a los gestores del proyecto que hoy más de un millar de estudiantes pueden disfrutar.
