El decreto es una regresiva y profunda reforma laboral y pensional que carcome los ingresos de los trabajadores, acaba las pensiones, y los reduce a la esclavitud laboral
En la declaración del centenario, la OIT llamará al "trabajo decente": empleo con ingresos dignos, plena seguridad social y salud, derecho de asociación, negociación colectiva y diálogo social.