Tenía 15 años cuando entró al M-19 donde pidió que lo llamaran José Antonio y terminó, sin quererlo, con el alias de El Sardino. No es para menos, era el más joven del grupo guerrillero, pero sobrevivió al atentado militar en Santo Domingo, Cauca contra Carlos Pizarro y Antonio Navarro-Wolf -quien perdió su pierna- y luchó al lado de Rosemberg Pabón en la toma de Yumbo.
Carlos Alonso Lucio conoce la guerra desde todos los frentes, él sabe bien a que se refiere el presidente Gustavo Petro cuando habla de querer hacer eso que llamó en campaña ‘La Paz Total’, la cual se convirtió en la bandera del gobierno. Llegó al Senado en 1998 por el Movimiento Bolivariano, que él mismo fundó, pero la Corte Suprema de Justicia ordenó su captura por estafa, falsa denuncia y terminó secuestrado por el jefe paramilitar Carlos Castaño quien después de torturarlo lo entregó a la Defensoría del Pueblo. Carlos Alonso Lucio vivió una temporada en La Picota y luego como un prófugo de la justicia en Cuba durante dos años.
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Es un convencido por la paz, él mismo ha intentado hacer la paz de todas las formas, estuvo siete meses en el monte con el comando del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en cooperación con el proceso de la Convención Nacional. Fue asesor en los diálogos del gobierno del expresidente Álvaro Uribe con la cúpula de las Autodefensas Unidas de Colombia en Santa Fe de Ralito.
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