¿Quién se postula para ser presidente de una nación, un país, un territorio o una patria? Supongo que una persona que ha reflexionado y que cree que el modo en el que piensa puede orientar a sus ciudadanos a vivir mejor. A veces quienes se postulan son personas a modo individual y particular que se presentan ante el público; en otras ocasiones existen grupos, organizaciones o partidos políticos que se identifican con este personaje en su forma de pensar e imaginar; y a veces ciertos grupos “políticos” que se identifican entre sí eligen a “alguien” para que los represente, o que a través de este personaje el partido político pueda ser conocido por los ciudadanos.
Por eso… es que quien se postula o se deja postular sabe de la responsabilidad (ética, moral, social, política y cultural) de sus palabras y actos; pues todo lo que diga, piense o haga es el reflejo de lo que es (su razón pública y su razón privada están en plena armonía)1. El debate de estas dos tensiones y la resolución de la misma en plena sabiduría es lo que caracteriza a quien de modo voluntario ha decidido dirigir un país (asume sobre sus espaldas las dificultades y problemas de aquellos a quienes ha decidido servir).
Por eso… ese… que se postula para ser presidente, cuando se encuentra en la plaza pública, no puede mentir y mucho menos a través de dádivas hacerle creer a sus oyentes que deben elegirlo; pues al proceder así se irrespeta a sí mismo, deja ver su impotencia para mostrar lo que piensa y de paso afrenta a sus oyentes, considerándolo como estúpidos y propensos a poder ser engañados.
Se asume entonces que quien sus “palabras”, sus “acciones” y sus “actos” son sinceros y honestos; pues no existe engaño ni en él, ni en el partido que lo apoya.
Bien señor, presidente usted mintió, pues usted dijo al pueblo que esto es una democracia, pero no “que aplica condiciones y restricciones”; porque para poder “dialogar” con usted (no escribo hablar) es necesario pasar por un grupo de obstáculos como: secretarios, representantes, ministros, delegados, etc.
Es decir que aquella figura pública que un día se presentó en la plaza pública, que entró en las veredas, en los municipios y en los territorios, que estrechó la mano del pobre, y que abrazó al niño y a la señora en el pueblo hoy coloca condiciones para que las personas lo puedan “convocar”, argumentando que es un gran riesgo para la vida del señor presidente (¿por qué antes no?). Sin embargo, cuando quiso buscar votos y exponer sus ideas, muchos acudieron a escucharlo sin argumentar riesgos para sus vidas por estar allí con usted.
Miles de personas fueron a escucharlo, incluso aquellos que no compartimos el modo en que dirige al país; imagino que acudieron aquellos que fueron engañados con empleos, rifas, camisetas tamales, etcétera, sin embargo asistieron para escucharlo y cada uno desde su criterio lo eligió 2 o no.
Al quedar como presidente, usted ya no representa a un grupo, sino que en esa diferencia de quienes votaron o no por usted debe orientar y dirigir para la democracia y en democracia; y aquella minoría que no lo eligió, en lugar de ser despreciada, debe en la mirada de la democracia ser asumida; para que el pensamiento que usted planteó públicamente, pueda ser colocado a prueba, demostrando que es posible vivir en la diferencia. Ya no es el gobierno de los rojos, los azules, los colorados, es el gobierno del: país, territorio, nación, patria, Estado; es lo que ahora está en sus manos; y si usted gobierna para un partido, significa que desde la plaza pública mintió, y usted sería un integrante de un grupo interesado, en que la patria, el Estado, la nación, el territorio están a su servicio y el de los demás.
La mejor democracia es aquella en que la minoría se siente parte de la mayoría, y no donde la mayoría aplasta a la minoría, la desaparece, haciendo creer que la democracia es el lugar donde todos piensan igual y nadie es diferente 3.
Bien, señor presidente, la “supuesta minoría” quiso “dialogar” y “conversar” con usted (no dije: hablar). Cuando escribo dialogar, quiero decir “encontrarnos en medio de la verdad” (logos), pues es imposible que sea usted el único poseedor de la verdad o el constructor de la misma. ¿No cree usted que es necesario escuchar al otro a los otros? No escribo hablar, sino conversar indicando el encontrarnos en la misma versión, ¿acaso… esta no es su tarea?, ¿que cada uno de los ciudadanos tenga una misma versión construida entre todos? Por eso es más fácil tildar a los “otros” de “subversivos”, lo que significa que tiene otra versión; luego, lo subversivo no es un calificativo peyorativo en una democracia, sino un modo de decir que existe otra versión y que en una democracia este es un espacio para conciliar las diferencia y lograr una misma versión.
Señor presidente, se perdió la gran oportunidad de la “palabra”, pues fue a través de la “palabra” en la plaza pública con la que usted ganó las elecciones y hoy usted públicamente la menosprecia, haciéndola ver innecesaria, declarando que usted aumentó el dinero para las regiones, sabiendo que el problema es más que dinero, se está pidiendo medidas para preservar la vida.
Señor presidente, si usted se hubiera sentado a conversar, se imagina usted en qué hubiera versado con los indios, los campesinos, los cimarrones, los afro y los ciudadanos; usted se perdió otros modos de pensar, otros modos de construcción de país, nación, territorio, estado; y de este modo usted y su partido habría ganado en cosmovisión y pensamiento político.
Señor presidente, usted no se imagina el espacio privilegiado de haber dialogado (haber construido la verdad junto a los otros), pues al haber llegado a un acuerdo, las políticas públicas y la voluntad de los ciudadanos se armoniza de tal manera que se construye la paz.
Señor presidente, usted manifiesta su identidad religiosa, y en cierta ocasión le solicitaron por los medios hacer la rectificación 4, pero mi intención es más bien es resaltar lo importante de la palabra y lo que ella encierra, que es “al hombre, la vida”; luego la palabra es creadora, iluminadora, organizadora y a través de ella todo se hace distinto. Cabe recordar que en el Evangelio de San Juan: 1: 1,9 se resalta la importancia de la palabra: la palabra como verbo, el verbo como carne y la carne como acción, incluso la palabra como luz (no quiero ser un teólogo con el respeto de todos y de cada uno de ustedes).
¿Cuánto le costó dialogar?, ¿cuánto le costó conversar?, ¿de qué le sirve a un país tener solo la visión? La suya o la de su partido. Cuando usted se postuló para presidente sabía de la diversidad del pueblo 5.
La geografía de este país (montañas, valles, sabanas, ríos, mares), sus climas, sus frutas, sus regiones políticas y sus costumbres son la muestra evidente de la diversidad, ¿no le basta eso para evidenciar que el valor de este país, nación y patria es lo diverso?, ¿que es esa diversidad con la que usted tiene que dialogar y conversar?, ¿que usted no puede ignorar la diversidad, simplemente porque usted es el presidente? Negar la diversidad es afirmar que la democracia no existe.
Señor presidente, ¿cuándo se le olvidó para qué país sirve? Jamás le habían pedido sus ciudadanos “algo” tan barato, “algo” tan sencillo y a la vez “algo” tan trascendental; le solicitaron la palabra, el diálogo, la conversación que usted y sus servidores lo vieron como una afrenta. Señor presidente, ¿qué perdió?, ¿en qué fue ofendido? Me atrevo a decir que en nada fue ofendido, pues si le pidieron la palabra fue porque reconocían en usted a un interlocutor de valor, veían en usted a la persona que se atrevió a estar en la plaza pública, y hoy era el momento de dar validez.
Hoy ha quedado un país dividido, solo y a expensas de la guerra, pues se le venía a decir señor presidente que nos están matando, y usted desafortunadamente contesto que ya había incrementado dinero para la región.
Señor presidente, ¡qué gran equivocación! Era tan… sencillo hacer ingresar a nuestros hermanos a la Casa De Nariño, al Congreso, y hacerlo sentir que también son parte de la nación, el país, la patria, el territorio y el Estado. ¿Cómo los paramilitares 6 sí asistieron al palacio, al congreso, habiendo empuñado las armas, mientras que a nuestros hermanos (campesinos, indios, cimarrones y afros), cuya única arma es la palabra, se les cerró la puerta?
Señor presidente, ¡cuánta equivocación histórica! 7 A usted le importó poco el sufrimiento de sus ciudadanos, mientras tanto usted puede descansar tranquilo y nuestros hermanos duermen intranquilos; es posible que mientras escribo esto otros ciudadanos de su país, su nación, su patria, su Estado, su territorio, estén siendo asesinados.
Tenga usted muy buena noche, señor presidente.
No. Nos sigan engañando firmando papelitos y “acuerdos”
para después firmar más acuerdos sobre los acuerdos no cumplidos; y
descubrir al final de todo este engaño.
Que de acuerdo a los acuerdos no hemos llegado
a ningún acuerdo”.
Los “dotores” llaman a esta burla
una deuda histórica.
1. Enmanuel Kant. ¿Y qué es la ilustración?
2. Constitución Política de Colombia 1991, artículo 13: “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán el mismo trato de las autoridades y gozara de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacionalidad o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptara medidas a favor de los grupos discriminados o marginados".
3. Lo más cercano a esta imagen de democracia seria un cementerio democrático, pues allí nadie dice, se mueve y están ubicados donde deseo otros o los otros. Por eso se quiere reinvindicar a las víctimas, porque ellos no pueden quedar en el olvido, ellos son una historia.
4. Duque no puede exaltar en su cuenta de Twitter a la Virgen de Chiquinquirá: una sentencia de tutela en Cali concluyó que la libertad de expresión del presidente no está por encima de la libertad de cultos.
5. En el preámbulo, el expresidente Cesar Gaviria dijo: “Por eso la Constitución Política es como es. Tan extensa como democrática. Detallada para recoger la diversidad y ofrecer garantías a todos los grupos políticos y sociales" (página 8).
6. Mancuso en el Congreso de la República: video 1 y video 2.
7. Desconoció normas internacionales y nacionales que este: país, patria, nación, territorio, Estado dijo ratificar públicamente. Mire usted. El preámbulo de los derechos humanos: “Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres; y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad".
Convenio Núm. 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. La conferencia observó que en muchas partes del mundo estos pueblos no gozaban de los derechos en igual grado que el resto de la población en los Estados donde viven y que han sufrido a menudo una erosión en sus valores, costumbres y perspectivas. Los pueblos indígenas y tribales en América Latina presentan, hoy en día, los peores indicadores socioeconómicos y laborales, y la discriminación por origen étnico o racial agrava las brechas de ingreso de manera radical
