El ya expresidente Santos y su excanciller María Ángela Holguín atornillaron en el exterior a tres funcionarios de la confianza presidencial, a sabiendas de que se tratan de nombramientos efímeros que el nuevo gobierno puede remover. La jefe de prensa del Palacio de Nariño, Marilyn López, fue nombrada cónsul general en Barcelona, atravesándosele al nuevo gobierno que ya había empezado a ofrecer ese cargo. Diego Mora, exdirector de la Unidad Nacional de Protección, quien llegó al cargo con el respaldo político de Juan Fernando Cristo fue nombrado cónsul en Newark, Estados Unidos; un cargo apetecido por su vecindad con Nueva York. Finalmente, el exgerente de RTVC y también jefe de prensa de presidencia en el primer gobierno de Santos, John Jairo Ocampo viajará a Las Palmas de Gran Canaria en España.
Ninguno de estos funcionarios nombrados pertenece a la carrera diplomática, no tienen experiencia ni estudios en diplomacia, así que todos fueron nombrados en calidad de provisionalidad. Esto quiere decir que el nuevo gobierno puede retirar legalmente los nombramientos en cualquier momento. La Cancillería como ocurrirá con la cascada de nombramientos afanosos del ultimo semestre del gobierno Santos, deberá asumir los costos de desinstalación y traslados de los funcionarios nombrados, pero la relación personal y los compromisos pesaron más.
