Una de las acepciones del vocablo alemán realpolitik se refiere a las “políticas oportunistas”, que INFLAN circunstancias de tiempo/lugar/modo sin consideración a principio alguno.
El análisis dialéctico de una situación concreta exige diagnosticarlo conforme a los factores objetivos y descartar las apreciaciones subjetivas. ¡Pensar con el deseo, equivale a equivocarse! y, consecuencialmente, asumir decisiones erradas.
El Pacto Histórico –mezcla confusa de grupos liberaloides, con tendencia caudillista-, llegó al poder con muchos anhelos de transformación, escasa praxis administrativa y supervisión exagerada –oposición/sectores reaccionarios/mass media-, factores que le impidieron atesorar experiencia, nombrar las personas más aptas/diestras en el manejo estatal, integrar equipos de trabajo expertos, debatir/concertar metas con grupos diferentes al gobernante, forjar gobernanza y prepararse coherentemente para las elecciones regionales -robustecer alianzas, impulsar liderazgos, potenciar el capital electoral, etc.-.
Actualmente, el CNE ha reconocido personería jurídica a 36 colectividades políticas, pese al rechazo ciudadano a los partidos -80%, (INVAMER, 2023)-. Ningún movimiento, grupo o partido, puede autodesignarse “vencedor” en la pasada contienda electoral del 29/10/2023. Contrario sensu, la mayoría se sirvió de coaliciones o se “colinchó” con los clanes regionales/caciques provinciales para “triunfar”. Los comicios arrojaron los siguientes resultados: GOBERNACIONES, con aval directo: partido de la U, 8; Liberal, 6; Conservador, 3; Centro Democrático, 2; Alianza Verde, 2; Pacto Histórico, 2; Cambio Radical, 1. ALCALDÍAS, ciudades capitales, con aval directo: Partido Liberal, 2; Alianza Verde, 2; partido de la U, 1; Conservador, 1; Centro Democrático, 1; Cambio Radical, 1. BOGOTÁ: Nuevo Liberalismo, 1. Las cifras transcritas exhiben, claramente, que los partidos tradicionales continúan siendo protagonistas y que el viraje electoral se orientó hacia el Centro y las Derechas, a expensas de la derrota de las Izquierdas, producto de la incompetencia del Pacto Histórico para gobernar, de la fragilidad de su coalición y del dominio del “pretorianismo” entre sus correligionarios. Es indispensable que Petro convoque a las autoridades electas –sin distingos-, a los congresistas –con intereses regionales-, a los empresarios, para darle vida al fantasma del Pacto Nacional y unificar fuerzas/esfuerzos, alentar las reformas que amenazan zozobrar y coordinar “planes locales”/“cambio”, que permitan materializar el PND 2022-26.
El arraigo “ideológico” de los partidos tradicionales en los 32 departamentos de Colombia, ¡es aplastante!: tradicionalistas 66% (21); moderados 22% (7); progresistas 12% (4). Somos un país extremadamente CONSERVADOR, renuente a cualquier CAMBIO. Los entes territoriales donde la derecha se impuso, son los de mayor importancia económica/política. Petro debe reconocer que, sin el apoyo de esos dignatarios/Congreso/gremios económicos, su gobernanza podría fracasar y las posibilidades de las Izquierdas para permanecer gobernando serían ínfimas. El Legislativo maneja estrategias ligadas a la aprobación de normas de interés regional, diferentes a la identificación partidista. Es trivial que el Pacto Histórico prosiga autoengañándose con la falsa narrativa de que “tenemos más representación política en las regiones que hace un año”.
El “progresismo” perdió electorado, en relación a 2019, mientras que los clanes regionales/cacicazgos locales lo recuperaron. El retardatario Congreso seguirá contraponiéndose a las propuestas impelidas por Petro. Las campañas locales obtuvieron importantes resultados, merced a la organización/movilización/dinero/corrupción que les permitió lograr mayorías votantes. El PH retrasó imprudentemente la selección de candidatos, mostró divisionismo/desorganización y NO pudo cambiar la correlación de fuerzas regionales/locales. El monumental descalabro en Bogotá fue replicado en los más importantes departamentos/ciudades capitales. ¡TAL EL MAPA POLÍTICO DE LAS RECIENTES ELECCIONES!
Instaurar GOBERNABILIDAD/ESTABILIDAD derivará de la habilidad de Petro para generar vínculos estratégicos con los nuevos actores políticos e implementar las reformas propuestas en el Programa de Gobierno del PH; entablar un diálogo constante/receptivo para incluir necesidades apremiantes de los mandatarios electos, en las decisiones nacionales; esquivar los enfrentamientos innecesarios con sus contradictores políticos; fortalecer alianzas favorables a los objetivos gubernamentales; redireccionar el trato intergubernamental con empresarios/Congreso/gobernantes seccionales elegidos. ¡Es falaz que, reiterando engañifas, éstas se convierten en verdades! ATRAER ADVERSARIOS, CUMPLIRLES, EMPODERARLOS, ARMAR COALICIONES ESTRATÉGICAS SÓLIDAS, CRISTALIZAR EXPECTATIVAS POPULARES, SON ESENCIALES PARA GOBERNAR CON SOLVENCIA.
