En un país donde lo cotidiano suele ser impredecible, una carta sin remitente se ha convertido en el nuevo misterio que recorre redes sociales y calles por igual. Todo empezó con una hoja impresa, sencilla y sin marca, que apareció en diferentes rincones de ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. El mensaje, cargado de nostalgia y pasión contenida, termina siempre con la misma firma: M.R..
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“No importa cuánto tiempo pase ni cuántas veces juremos alejarnos… al final, el destino siempre nos traiciona y nos empuja de nuevo el uno hacia el otro”. Así arranca la carta que ha sido fotografiada, compartida y discutida cientos de veces en los últimos días. A eso se suma una frase final que parece sellar no solo un secreto, sino una promesa: “Sé que volveré a encontrarte… aunque sea en secreto”.
¿Campaña publicitaria, proyecto artístico o declaración real?
Nadie sabe con certeza de dónde vienen las cartas. Algunos aseguran haberlas recibido en buzones físicos, otros las han encontrado en cafeterías, librerías o simplemente pegadas en postes. Lo curioso es que el diseño es el mismo, la tipografía también, y el papel, aunque común, está cuidadosamente recortado. No hay logos, marcas, ni pistas evidentes. Solo un mensaje que parece hablarle directamente a quien lo lee.
¿Se trata de una campaña publicitaria bien orquestada? ¿O estamos frente a una intervención artística urbana con tintes románticos? Algunos teóricos de redes creen que podría tratarse de una estrategia de expectativa para el lanzamiento de un libro, una serie o un proyecto digital. Otros creen que es simplemente alguien que decidió convertir su historia de amor y desencuentro en un acto público y poético.
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