Acabo de ver ¿Quién mató a Sara? Otra vez los mexicanos y su televisión, aupados por Netflix, están a la altura de las jerarquías que imponen las series actualmente. El protagonista, señoras y señores, es un colombiano. Manolo Cardona se fue en el 2013, poco después de casarse con Valeria Santos, en medio del ambiente enrarecido que dejaba en el país la guerra que le había impuesto Álvaro Uribe a Juan Manuel Santos. El expresidente hizo del odio a Santos un deporte nacional. Valera era sobrina del entonces presidente. Así que la pareja decidió irse para los Estados Unidos y creó, junto a sus hermanos, la productora 11:11 Films. Si, no es una estrella de Hollywood, pero al menos ha podido vivir de manera holgada de su pasión, contar historias, interpretarlas.
Cardona es el ejemplo de un actor que puede tener el control total de sus proyectos, dirigirlos, producirlos, actuarlos. Sólo dándole poder a los grandes actores es que la televisión de un país puede explotar. En Estados Unidos vimos en series bien conocidas como Breaking Bad como su protagonista, Bryan Cranston, iba poco a poco, a medida que la serie ganaba en importancia, dirigir y producir capítulos, ayudando a cimentar la que es considerada por muchos la mejor serie de la historia. En otra menos popular pero magnífica como Parks and recreation, la comediante Amy Poehler transformaba su personaje de burda, ridícula e inútil funcionaria a eficiente líder feminista con la fuerza suficiente incluso para aspirar a la gobernación de Indiana.
En Colombia esto sería imposible. Caracol y RCN son de una mezquindad absurda y les da pánico que los actores puedan tener algún tipo de decisión, de poder. Por eso van borrando a los rebeldes, a los que tienen talento. Así fueron cayendo John Alex Toro, Jimmy Vásquez, Marlon Moreno, Ramiro Meneses,Enrique Carriazo que cada vez aparece menos. Lo mejor, para no pudrirse en el trópico como una fruta al sol, lo mejor es huir mientras se tenga como. Así que la mejor decisión que puede tomar un actor en Colombia es salir del país mientras se está en la cima.
El plan le funcionó a Manolo Cardona, a Juan Pablo Raba quien poco a poco se gana más casting en series tan importantes como Coyote, el último proyecto de Michael Chiklis, el genial actor que terminó controlando The Shield, una de las mejores series que se han hecho en Estados Unidos, vemos bien posicionado en Telemundo a Miguel Varoni quien aprovechó su éxito en Pedro el escamoso para abrirse paso como ejecutivo en Telemundo. Sabiendo lo difícil que son las condiciones de trabajo para los actores, Ana Maria Orozco se radicó en Argentina después de Betty la Fea, Juana Acosta cimentó una sólida carrera en España, Marlon Moreno también se cansó de Colombia se fue para Estados Unidos y si bien no ha tenido los resultados esperados si le ha servido para pulir ese talento que todos apreciamos. Andy Baiz salió para Estados Unidos y como director la reventó con Narcos. Julian Román pudo tener la valentía de presentarse a un casting en México para encarnar a Juan Gabriel y ganarlo en franca lid.
Los casos son muchísimos y así cueste trabajo lo único que le queda aconsejarle a los nuevos talentos es que salgan rápido de acá, que no repitan el destino de tantas glorias que murieron en la peor de las miserias a pesar de todo lo que le han dado al país. A Colombia es mejor quererla de lejos.
