Si bien pagarlos puede generar más de un dolor de cabeza, los impuestos son necesarios para el funcionamiento del Estado. Pero, ¿qué son?
Los impuestos son aquellos pagos de carácter obligatorio que los ciudadanos y las empresas deben realizar al Estado, del que constituyen su principal fuente de ingresos. Con los recursos recolectados por este concepto, el Estado tiene la posibilidad y el deber de garantizar los derechos de la población. La salud y la educación públicas, las carreteras, los servicios públicos, la seguridad y las cárceles, entre otras muchas cosas, son financiadas con recursos provenientes de los impuestos.
En Colombia existen dos grandes categorías, organizadas de acuerdo con el destino de su inversión: los impuestos nacionales y los locales.
Los impuestos nacionales son aquellos que se cobran a nivel nacional, cuya inversión se designa a todo el territorio colombiano. A esta categoría pertenecen el IVA (Impuesto al Valor Agregado), la Renta a Empresas, Contribuciones a seguridad social, Renta a Personas, GMF 4 x 1000 – gravamen a los movimientos financieros, Aranceles y tarifas, Consumo, Gasolina y ACPM, Carbono y Timbre.
Por su parte, los impuestos locales son cobrados por los gobiernos departamentales y municipales, y su recaudo se invierte en los departamentos y municipios. En esta categoría se encuentran el ICA (Impuesto de Industria y Comercio), Predial, Alcohol, cigarrillos y loterías, Sobretasa a la gasolina, Vehículos, Registro (documentos o contratos registrados ante las Cámaras de Comercio) y Otros impuestos (impuesto al alumbrado público, registro de vehículos, juegos de azar y espectáculos públicos, entre otros).
El Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, que tiene por misión “democratizar la información sobre las finanzas públicas en Colombia”, se ha dado a la tarea de explicar los impuestos que existen en el país. De acuerdo con la entidad, de 20 de ellos proviene cerca del 95% del total del recaudo del Estado. A continuación, le explicamos cuatro impuestos nacionales de gran importancia para el recaudo y de fuerte peso para el bolsillo de los trabajadores y las empresas.
- IVA (Impuesto al Valor Agregado): quizá es el más famoso de los impuestos, se trata de un impuesto indirecto que grava el consumo de bienes y servicios. Se aplica en todos los momentos del ciclo económico, tales como la producción, distribución, comercialización e importación. Su valor oscila entre el 5% y el 19% del valor bruto del bien o el servicio. Según el Centro de Estudios del Trabajo (Cedetrabajo), en 2021 el IVA aportó el 43,62% del recaudo nacional.
- Impuesto de renta a personas jurídicas: el impuesto a la renta a las empresas es un impuesto directo que grava las ganancias obtenidas por las empresas en un año. Actualmente es del 35% para todas las empresas, sin importar su tamaño, aunque existen deducciones y exenciones que reducen el monto a pagar y que benefician a algunas de ellas.
- Impuesto de renta a las personas naturales: Se trata de un impuesto directo que grava los ingresos de las personas, sea por salarios, pensiones, arriendo de inmuebles o dividendos. No todas las personas que declaran renta tienen que pagar el impuesto. De acuerdo con Cedetrabajo, en 2021 el impuesto de renta —a personas naturales y jurídicas— aportó el 44,73% del recaudo nacional.
- Contribuciones a seguridad social: se cobran sobre los salarios de los trabajadores y prestadores de servicios para financiar los servicios de salud, pensión, cajas de compensación, SENA y el ICBF.
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