Después de mucho tiempo regresaré a Rock al parque. Basta ya de rellenos, en sus treinta años el festival recupera su grandeza. Es que no puedo creer el súper cartel que sacaron este año. Que Fito, que Babasónicos, que Amigos Invisibles, que Pedro Aznar, que Cristina Rosenvidge, que Gustavo Santaolalla. por favor, súper, súper festival. Eso si, qué triste que lo que más resalten los medios sea a Juanes. ¿Qué hace Juanes, el reggetonero, en el mejor rock al parque de la historia? Yo lo vi en el 2016 con los Rolling Stones, fue el punto más bajo de una noche gloriosa. Juanes hace rato nadie lo toma en serio, ni siquiera sus propios fans. Es que en su afán de agarrar pueblo el exekhimosys le dio por entrar a la música urbana, como cualquier vulgar Enrique Iglesias.
Imagino que el exigente público de Rock al parque le va a exigir que se guarde donde mejor le quepa sus desabridos A Dios le pido y otras bachatitas de quinta. Le pedirá que resucite lo mejor de su pasado, que al fin y al cabo tampoco será mucho.
Si, en ese paraíso de la música que vamos a disfrutar los bogotanos, el gran lunar será Juanes. Las críticas ya empiezan a arreciar en redes. No es para menos. Igual será un golpe publicitario para el gran festival gratuito de Latinoamerica y nos deja claro que la carrera del paisa está en franca decadencia, sino ¿qué tiene que hacer tocando gratis? Juanes, por querer pegarle a todos los públicos, a todos los gustos, se quedó sin nada.
