El presente escrito es para agradecer la labor de los profesores, los médicos y las enfermeras frente a la pandemia. Para ello, lo dividiré en dos momentos. En un primer lugar, en agradecer y contextualizar lo que han hecho en promedio los profesores frente a la pandemia y en segundo lugar lo efectuado por los prestadores de salud: los Médicos y enfermeras.
Un profesor es un mediador de la cultura. Es el artífice de desequilibrar las estructuras cognitivas de los estudiantes para que estos posibiliten su vida a través de competencias gruesas y blandas. Un profesor, es el profesional que, con sus estudios, su vocación, su disciplina y talento amplía el acervo científico del país. En efecto, en época de pandemia, un grupo social que ha tenido que sortear la falta de preparación frente a las clases virtuales y todo lo que ello conlleva son los profesores. Desde tener que debatir con Papás que se creen que saben más que ellos en pedagogía y didáctica hasta adolescentes que se burlan por la precariedad de sus competencias en Tic.
No obstante, usted los ve trabajando el doble para preparar clases. Los que con edades avanzadas hablan con sus hijos para que les enseñe cómo utilizar las plataformas. Los que dan su número telefónico para poder dialogar con sus estudiantes a cualquier hora o los que curso que ofrecen se inscriben para mejorar sus competencias. En particular, a los profesores como a otros profesionales les ha tocado muy duro. Sin olvidar, que muchos pueden perder su empleo. Pero su infatigable trabajo por reducir la ignorancia hace que estén donde estén: muchas gracias, profesores.
Por otro lado, están los profesionales de la salud. Bajo un manto de precariedad laboral como de bioseguridad, los médicos y las enfermeras están ahí exponiéndose, pero trabajando. No es un mentira que tanto los profesores como los profesionales del salud son las profesiones con los peores retornos a la educación desde la teoría del capital humano como también son los sectores con menor reconocimiento social a pesar de que lees y escribes gracias a un profesor y cuando te duele algo o te operan lo hace un señor médico y las enfermeras. Sin embargo, usted ve a estos profesionales saliendo temprano para cumplir sus turnos, preparándose para enfrentar la pandemia, acompañando a los enfermos, a los que no se puede hacer nada y están en soledad por los protocolos de bioseguridad. Se les ve aguantando a la cantidad de pelafustanes que les hacen el feo por su profesión o los que corren de una clínica a otro hospital pues sus salarios en promedio son deprimentes. Sin embargo, ahí están, estudiando, mejorando, afrontado ,ayudando y salvando vidas.
Para terminar, quiero repetir mis agradecimientos a estos profesionales mal llamados “Héroes”, pues es una palabra simplista e idealista que minimiza su labor. Son profesionales comprometidos, seres humanos que están para formar, mejorar como transformar y potenciar a la humanidad.
