No les voy a pedir que el 9 de Marzo voten en blanco pero les quiero contar por qué yo votaré en blanco.
Tengo más de 40 años y desde que tengo memoria he oído que “el problema de Colombia es la guerrilla”. El M-19, el ELN, el EPL, las FARC, fueron “el coco” con el que crecimos por lo menos tres generaciones de Colombianos. Durante unos años nos cambiaron el “coco” con Pablo Escobar pero a la larga tampoco fue mucho el cambio porque nos decían que lo más grave de Pablo era que su narcodinero financiaba al “coco”: la guerrilla. Y en todas las campañas electorales nos ofrecían acabar con el problema y llegamos hasta a elegir parapolíticos cuyo única virtud era haberse aliado con los paramilitares para salvarnos del “coco”.
Treinta años después “el coco” sigue aquí, el discurso es el mismo para pedirnos que votemos por la paz, cualquier paz, la firmada por Santos o la “aplomada” por Uribe.
Pero yo ya no creo en eso… es más, me di cuenta que el problema de Colombia no es la guerrilla, que la paz en Colombia no se consigue firmando un documento o gastando millones en balas para acabar con la guerrilla.
El problema de Colombia es la corrupción. La corrupción que origina la inequidad y la falta de oportunidades, caldo de cultivo para la delincuencia, llámese guerrilla, bacrim, pablo, etc. No es “un coco”, es peor que eso, es un monstruo de muchas cabezas, es una medusa a la que cada día le brotan más cabezas mientras nosotros andamos distraídos con el proceso de paz, con la rodilla de Falcao y con “yo me llamo”.
Acabar con el monstruo no es fácil pero tampoco imposible. Para acabar con el monstruo, Colombia necesita REFORMAS SERIAS Y PROFUNDAS que, en todos los países del mundo que tienen una democracia como la que tenemos, son promovidas y aprobadas por aquellos que el pueblo elige como sus representantes o sea por los Congresistas.
Y yo estoy indignada porque me di cuenta que en treinta años esos representantes del pueblo Colombiano no han logrado cortarle una sola cabeza al monstruo, no han hecho nada serio por atacarlo, por el contrario lo han consentido, mimado y protegido.
Por qué?
Fácil. Porque su existencia antes que afectarlos los favorece.
Esos “brillantes cerebros” han estado mimando al monstruo haciendo leyes inocuas o leyes para su propia conveniencia.
Hoy en las listas de aspirantes al Congreso están unos que aspiran a repetir y además estos :
• Santiago el hijo de Fabio Valencia Cossio
• Alfredo el hijo de Luis Alfredo Ramos
• Fernando Araujo hijo de Fernando Araujo
• Ana Mercede Gómez hija de Fernando Gómez
• Felipe Barragán hijo de Carlos Barragán
• Carlos Fernando Motoa hijo de Miguel Motoa
• Eduardo el hijo de Lucho Garzón
• Juan Luis hijo de Piedad Córdoba
• Arturo Char hijo de Fuad Char
• José David Name hijo de José Name Terán
• Antonio hijo de José Guerra Tulena
• Maria del Rosario hija de José Guerra Tulena
• Johana hija de Gilma Jiménez
• Nadia la hija de Vicente Blel,
• Sofía Gaviria hermana de Anibal Gaviria
• Luz Stella la hija Javier Càceres
• Andrés hermano de Juan Fernando Cristo
• Rosa Ana hermana de Roberto Camacho
• Ciro Alejandro hijo de Ciro Ramìrez
• Juan José hijo de Piedad Zuccardi
• José Luis hijo de Miguel Pinedo Vidal
• Thania Vega esposa del Coronel Alfonso Plazas Vega
• José Jaime hijo del General Jaime Uscátegui
• Doris Vega esposa de Luis Alberto Gil
• Lina Barrera esposa de Iván Diaz Mateus
• Sandra Elena Villadiego esposa de Miguel Angel Rangel
• Juan Felipe Lemus sobrino de Mario Uribe Escobar
Estos hijos, esposas, hermanos de congresistas, ministros, gobernadores, etc., son representantes de esas “prestantes familias” y cuando lleguen al Congreso con sus votos y con el mío, no van a promover y mucho menos a aprobar las REFORMAS que necesita Colombia porque va en contra de sus intereses, de privilegios que han logrado ellos mismos o sus padres, esposos y demás familiares durante más de treinta años haciendo leyes o gobernando para conveniencia de sus familias.
Por esto, porque estoy indignada, el 9 de Marzo yo votaré en blanco!
