Desde hace mas de 20 años ejerzo mi derecho al voto. Sin embargo, en los últimos 16 años mi mejor decisión a la hora de votar ha sido elegir la opción del #VotoEnBlanco, ya que ninguno de los candidatos al Congreso o a la presidencia ha hecho algo para demostrar que podría representarme como ciudadano. Y tengo el gusto de afirmar que no me equivoqué.
Infinidad de proyectos de ley en lo tributario, penal, agrícola, educativo y salud han evidenciado que aquellos que los proponen, debaten y convierten en leyes no piensan por el pueblo y en las consecuencias de su implementación, a tal punto de que solo se logra evidenciar que son los descarados favores políticos los que salen beneficiados.
Y qué decir de los dos últimos presidentes: uno cambió parte de nuestra constitución para prevalecer en el poder y su aprendiz de perverso secuaz lo siguió tomando como punta de lanza la tan anhelada paz que todos queremos, regalándole a unos delincuentes parte de la legitimidad del Estado y dejando sin opciones de pedir justicia a las miles de victimas de estos #FarcSantos
Faltan pocos días para elegir 280 ciudadanos y de esos el 60 % quiere repetir durante 4 años la posibilidad de dilapidar cuanto gasto público se les atreviese y sin más argumentos que una lucha de poderes políticos. Seguramente, los poquitos que tengan ideas pensadas por el pueblo y para el pueblo serán sepultados entre debates, marrullería y favores políticos para los gamonales del Congreso, que por culpa de unos pocos compatriotas seguirán calentando las mismas sillas.
Yo seguiré #VotandoEnBlanco porque aspiro a tener un cambio significativo en la forma de hacer política y porque lamentablemente de los 6 aspirantes que tengo como opción de cambio, 4 buscan ser representantes a la Cámara por un departamento diferente y los que disputan una plaza como senadores, al final de su campaña dejaron ver que sus proyectos políticos solo cubren una minoría. Lo anterior, desafortunadamente me demuestra que temas tan delicados como la salud, empleo, justicia, transporte y educación no tendrán cabida en sus agendas y que ellos solo servirán de peones para el mejor postor a la hora de debatir leyes amarradas a compromisos con los grupos económicos que los apoyaron en sus candidaturas.
Recuerde que nadie lo puede obligar a votar por un candidato específico y si durante este tiempo no se puso en la tarea de ver qué proponían, ahora no lo va a encontrar...
Así que querido compatriota lo invito a generar un cambio radical en la política del país: vote. Y si no la tiene clara vote en blanco, pero no permita que a unos pocos les quede fácil seguir robando.
