Para leer las campañas políticas: crítica vs ruido tendencioso

Para leer las campañas políticas: crítica vs ruido tendencioso

No existió en la historia de Colombia, quizás con la excepción de la restauración conservadora, un movimiento más torpe en la lectura de época que el uribismo

Por: Ethan Frank Tejeda Quintero
febrero 23, 2022
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Para leer las campañas políticas: crítica vs ruido tendencioso
Foto: Pixabay

Los candidatos no están para apoyar o cuestionar la decisión de la Corte Constitucional. Su silencio puede significar de antemano la evidencia de respetar la independencia de poderes.

Ya es hora de asumir que nuestro esquema, por más que este infausto gobierno haya concentrado el poder, no es del presidencialismo absolutista.

Pensar en eso, nos permite entender cuáles promesas presidenciales son objetivas en el proceso planteamiento, gestión, implementación y realización y cuáles son "ideas".

Ahí viene bien citar a Hume, cuando llama a cuenta a considerar tres factores en la relación idea e imagen: la semejanza, la contigüidad tiempo y espacio y la relación causa efecto.

Toda propuesta que no pase por ese análisis no es más que la evidencia de una inmadura apropiación de la dialéctica "deseo" y "acción".

Por eso, asumir la semejanza conllevará a entender por contraste el tenor del candidato, a saber, si se ha preparado en la lectura disciplinar de experiencias similares a las que plantea y nos servirá para saber qué tanto conoce y cuestiona lo dado y lo instalado.

Ahí, en el reino de los que "cuidan sus comunicaciones" y que administran el miedo y la rabia, es necesario advertir que la única comparación posible no es "Venezuela".

En tanto al tiempo y espacio, es necesario hacer el esfuerzo por comprender las sincronías y los anacronismos de las propuestas.

En esto cabe aclarar que no existió en la historia de Colombia, quizás con la excepción de la restauración conservadora, un movimiento más torpe en la lectura de época y lugar que el uribismo.

Tanto que logró devolvernos al caudillismo decimonónico, mientras reprodujo las formas de Conquista en la ocupación del territorio.

De ahí que todas sus emanaciones presentadas en esta elección para crear el espejismo de la diversidad de opciones estén signadas por dicha torpeza. "Vichada, ¿qué es eso?", dice uno. "Eso se lo puedes preguntar a Google y yo no ocupo lugar en mi cabeza", dijo hace algunos años el otro.

El más estólido de todos viaja, en Baronesa, por todas las ciudades prometiendo megalópolis en tres años, "qué importa que las tengamos que pagar a 60 u 80 años".

En ese entorno, el que porta las banderas del brutismo de corazón dice: "sí a la exploración y explotación en la Amazonia, pero sin tumbar un solo árbol", mientras el que luce más serio recibe el apoyo de los poderes que sueñan a Colombia como a una sola suerte de caña.

En la que todos vayan a sus destinos vistiendo un sombrero de paja y pantalón de lino folclore y no puedan sentarse a descansar, pues corren el riesgo que les siembren una mata en la espalda.

Pensar en el tiempo espacio desnuda en su estulticia a la mayoría de tiktokers, "coachers" o "haters" devenidos en candidatos.

Porque en evidencia quedan todos aquellos que, en las relaciones global y local, histórico, contemporáneo y actual, confunden convenientemente, en palabras de Hardt y Negri, el interés privado con el interés general, para poder demonizar toda voz que pregunté por el interés común. En tanto a la causa y efecto, emergen las más grandes complejidades para el ejercicio político de estos tiempos: la coherencia y la consecuencia.

Que sirven para eliminar opciones en la contienda, si nos detenemos más de un segundo en la sola relación de hechos y de relatos.

Porque es fácil entender el engaño que significó una "causa común" -la seguridad, por ejemplo- cuando generó el enriquecimiento de unos cuantos vástagos y desató el empobrecimiento generalizado. Entre la lectura de las causas y los efectos quedan en evidencia los buitres, los indignos y los oportunistas.

Ahí se entiende por qué los poderes fomentan la confusión en derredor de palabras como "empresario". Porque eso les sirve a los especuladores y normalizadores de capital en eso de reducir la comprensión de ideas como competitividad y rendimiento, con la elevación de una imagen de empresariado muy del tenor de las mafias.

Pues entre las causas y los efectos que nos afectan sobresale el hecho de que el patrioterismo sirve de burladero a aquellos que nunca se piensan los asuntos en términos de rentabilidad social. Esos que están dispuestos a comerciar dignidades si se cotizan a buen precio.

Así pues, es tiempo de tomarse las elecciones en serio y de no ser objetos de las tendencias propuestas por los medios de ruidificación.

Hay que establecer la relación idea e imagen en la lectura de los candidatos lejos de reducciones como popularidad o favorabilidad. Es tiempo de asumir respuestas propias, al menos mientras emergen proyectos en común, ante las tendencias propuestas por los opinadores y las redes -un entrampamiento más para hacernos pensar en "la gente" y en el parecer público-.

Es tiempo de desatar discusiones que indiquen que o sabemos o estamos predispuestos a saber cómo funciona una democracia.

Es tiempo de llegar a acuerdos y presentar agendas desde lo común que muestren que desde los territorios nos preocupamos por saber y/o reconocer lo que necesitamos para ser semejantes a una democracia, contiguos en tiempo espacio tanto con el constitucionalismo como con el libre mercado y consecuentes con el modelo republicano.

Es tiempo de fortalecer los diálogos, para dejar atrás a los que sólo piensan en "cuidar las comunicaciones". Es tiempo de participar y de decirle al mundo que no somos proclives a ser vencidos por la tentación del nacionalismo.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
En el Caribe comes o pagas energía

En el Caribe comes o pagas energía

Nota Ciudadana
Rosario Tijeras, 25 años: la 'femme fatal' de nuestra literatura y cine nacional

Rosario Tijeras, 25 años: la 'femme fatal' de nuestra literatura y cine nacional

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--