Esta célebre frase, atribuida por algunos a Cicerón y por otros a Confucio o a Napoleón Bonaparte, cobra hoy mucha vigencia e importancia en nuestro país: “El que no conoce la historia está condenado a repetirla”. No es que haya profetizado, pero quiero recordarles un aparte de un artículo que publiqué el 7 de agosto de 2018, donde dije: “Lo que no han advertido muchos colombianos, es que de manera agazapada, van a gobernar realmente los dueños del poder. Me refiero a los gremios económicos y las multinacionales”.
Como lo recordarán los colombianos que no han perdido la memoria, Alberto Carrasquilla Barrera fue ministro de Hacienda en el periodo comprendido entre el año 2003 al 2007, y sus ejecutorias estuvieron todas dirigidas a enriquecer a los ricos y a empobrecer a los pobres. Como ministro de Hacienda impulsó las zonas francas en las que las nuevas empresas gozaban de un tratamiento tributario y aduanero especial, algo así como una especie de repúblicas independientes en donde los empresarios depositaban sus mercancías sin pagar impuestos. Y, al parecer, muchas de estas zonas se utilizaron para lavar dinero y actividades de contrabando, entre muchas otras actividades.
Además, Alberto Carrasquilla Barrera, en su paso por el Ministerio de Hacienda, les tumbó la mesada 14 a los pensionados que adquirieran este derecho con posterioridad a la entrada en vigencia del acto legislativo 01 de 2005. Este nefasto personaje, enemigo declarado de las personas de más bajos recursos económicos, argumentó en su momento la insostenibilidad de la carga pensional. Sin embargo, por esa misma época se incrementó él y le acrecentó a sus compañeros del gabinete sus ingresos, con un escandaloso aumento por medio del Decreto 3150 de 2005.
“Artículo 1º. Créase para los Ministros, Directores de Departamento Administrativo; Viceministros; Subdirectores de Departamento Administrativo; Alto Comisionado en la Consejería Presidencial para la Paz; Alto Consejero Presidencial; Secretario Privado de la Presidencia de la República; Secretarios de la Presidencia de la República; Consejero Presidencial; Director de Programa Presidencial; Asesores Grados 48 y 47 de la Presidencia de la República; Secretarios Generales de Ministerios y Departamentos Administrativos; Directores Administrativo o Financiero o Técnico u Operativo de Ministerio y Departamento Administrativo; Directores, Gerentes o Presidentes de Establecimientos Públicos; Director de la Unidad Administrativa Especial de la Aeronáutica Civil; Director de la Unidad Administrativa Especial de Impuestos y Aduanas Nacionales, y Directores de Unidades Administrativas Especiales con Personería Jurídica, con excepción del Director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, como prestación social, una bonificación de dirección equivalente a cuatro (4) veces la remuneración mensual compuesta por la asignación básica más gastos de representación, pagadera en dos contados iguales en fechas treinta (30) de junio y treinta (30) de diciembre del respectivo año”.
Parece que este Robin Hood al revés o enrevesado le quitó la mesada 14 a los pensionados de más bajos ingresos económico para poder incrementar las mesadas de los encopetado funcionarios, empezando por él. Pero como ya lo anotamos, el que desconoce la historia, la repite. Este siniestro personaje ya nos está preparando una pócima, pero esta vez con una mayor dosis: reforma pensional, reforma tributaria y un Sisbén para los ricos, porque según él los pobres ya lo tienen y los ricos no, y si no se corrige esta injusticia se estaría rompiendo el principio constitucional fundamental de la igualdad. O sea, que los pobres tienen que seguir siendo más miserables para que los ricos se sigan enriqueciendo.
Lo que se avecina para los colombianos es una tiranía económica, por lo que cierro este artículo con una de las sentencias del filósofo chino Confucio: “El sabio era un viajero recurrente, y cuenta la historia que en uno de sus viajes en compañía de sus amigos se encontró a una mujer sentada y llorando de manera inconsolable. Esta escena conmovió mucho a Confucio, quien se acercó a la mujer y atinó a preguntarle porque razón lloraba, la mujer le contestó, que en ese mismo lugar un tigre había matado a su esposo y a su hijo, a lo que respondió Confucio: ¿Cómo es posible que usted esté en el mismo lugar, no teme que venga el tigre y la devore? La mujer respondió: ¿A qué sitio podría irme? Si me marcho puede que encuentre a un gobierno cruel”.
La respuesta de la mujer dejó a Confucio atónito y muy pensativo, y dirigiéndose a sus amigos les dijo: “un gobernante tirano es mucho peor que un tigre devorador de seres humanos”.
