Gran atención me llamó el caso de Néstor Julián Vélez, el colombiano que pudiendo regresar repatriado por el gobierno prefirió quedarse en Wuhan. Ciertamente, Néstor Julián eligió quedarse en la ciudad que fue la cuna del Coronavirus porque piensa que si llegara a contagiarse de la enfermedad está mejor allá que acá. En entrevista con la W Radio dijo que el sistema de salud colombiano no está lo suficientemente preparado para atender una amenaza como esta. El joven colombiano, que es un estudiante universitario en China, aseguró que en el país asiático el sistema de salud es mucho mejor que el colombiano, y que en el peor de los casos estaría mejor atendido en China que en Colombia: "Si los médicos me pueden atender como es debido ¿por qué voy a irme a Colombia?"
En lo personal pienso que en Colombia hay amenazas mucho más grandes que el Coronavirus; la inseguridad, la corrupción y hasta el desempleo son males que históricamente nos afectan y matan. En Bogotá, por ejemplo, no se puede andar por la calle sin la constante sensación de que un desconocido puede robarnos en cualquier momento. Ni hablar de lo que siente uno al sacar un celular en un parque; es hacerlo sabiendo que cualquier cosa puede pasar.
El desempleo es caso aparte. Hay profesionales que hablan hasta tres idiomas y tienen todo tipo de posgrados con más de un año sin empleo. Todo porque no son de apellidos rimbombantes ni tienen contactos. Por el contrario, hay una minoría de personajes que sin mayor talento ni mérito pueden cambiar de trabajo como quien cambia de ropa interior. En Colombia vale más con quién rumbea uno que su preparación académica. Por si fuera poco, una cosa es conseguir empleo y otra, aún más compleja, es encontrar un empleo digno acorde a la hoja de vida de cada quien. Es común ver gente con maestría y años de experiencia trabajando hasta doce horas en un día y ganando lo mismo que un recién egresado.
Qué casualidad que las declaraciones de Aida Merlano, contando cómo funciona el mecanismo político en la Costa Caribe, hayan sido el tema de la semana pasada y hoy haya salido el Fiscal a decir que no va a pasar nada. Es decir, Arturo Char puede seguir con sus planes de presidir el Congreso sin problema, y su hermano, Alejandro Char, podría ser Presidente de Colombia. En un país donde la justicia fuera real, los Char, los Gerlein y muchos políticos tradicionales de la costa habrían visto el fin de su carrera política.
El Coronavirus, como bien lo dijo Néstor en entrevista con W Radio, no es un apocalipsis ni el fin del mundo. Los medios occidentales, ante la falta de tema, están exagerando la noticia. No es la primera vez que un virus de estos es noticia. Recordemos que tanto el Antrax como el Ébola en su momento asustaron al mundo entero, y aquí seguimos. Cuando la familia del joven caleño supo su decisión de no regresar a Colombia, lo entendió. Cuando el Coronavirus sea periódico de ayer, China seguirá siendo la misma potencia en crecimiento que era hasta el año pasado. Por el contrario, Colombia seguirá enferma de toda una serie de virus mucho más mortales que lleva años sin poder erradicar.
Sabia decisión, Néstor.
