En mayo pasado Santos se despidió de los becarios Ser Pilo Paga, felicitándolos a ellos y al programa. Aprovechó la oportunidad para reconocer el programa como uno de los más importantes de sus ocho años de gobierno pero sin embargo no tocó el tema grueso: de los $ 4 billones que se requieren para asegurar que los 40.000 estudiantes becados puedan terminar sus estudios, solo dejaba cubierta la mitad. El primer grupo, que inauguró el programa en el 2015, deberá graduarse el año entrante. En resumen, no les dijo la verdad completa.
Santos concluyó su período presidencial dejándole esta culebra de $ 2 billones a su sucesor Iván Duque y a sus ministros de Hacienda Alberto Carrasquilla y de Educación María Victoria Angulo. Con menos de un mes en el cargo, la ministra ya empezó a destapar sus cartas frentes a Ser Pilo Paga, el programa estrella de la ministra Gina Parody pero que ha recibido críticas desde distintos lados del sector educativo del país. La ministra expresó su posición en el Consejo Directivo de Ascun (Asociación Colombiana de Universidades) indicó: “Estoy de acuerdo con que se premie el mérito, se fomente la inclusión y que las mejores IES públicas y privadas acojan a los estudiantes pero nos corresponde armonizar la financiación a la oferta y a la demanda en un escenario con una deuda de $ 2 billones de pesos”.
Sin consideraciones presupuestales a futuro, el expresidente Juan Manuel Santos, hace menos de un año, el 27 de octubre de 2017, aprobó una cuarta convocatoria para el programa Ser Pilo Paga cuyo valor alcanza los $ 1.018.858 millones para estudiantes que se gradúen de bachillerato en el 2018, y que concluirán sus estudios universitarios en el 2023.
Pero la dificultad no es solo presupuestal. En pocas semanas se conocerán los resultados de la prueba Saber Pro (antes Ecaes) que presentan los estudiantes en los últimos semestres de sus carreras profesionales y se prevee que los resultados de los pilos no van a ser tan prometedores. En los círculos académicos y directivos universitarios se conoce de los bajos rendimientos académicos de muchos de ellos por distintas circunstancias.
Se sabe que las universidades bajaron sus estándares de admisión para que los estudiantes escogidos como pilos, pudieran entrar y así acceder a los recursos del gobierno. Una vez matriculados, empiezan los profesores a detectar que las bases con las que llegan no son suficientes, la falta de conocimientos generales unida a la dificultad para sobrellevar las exigencias académicas, tiene como efecto la suspensión de materias, pilos desertores o los cambios de carrera, lo cual conlleva a retrasos que prolongan el tiempo de estudio. Han surgido interrogantes sobre el modelo de selección de los estudiantes sobresalientes que acceden al programa.
El reglamento es claro en que el apoyo del gobierno no va más allá de lo estipulado en la carrera y por lo tanto, cualquier demora en la duración de la misma, conlleva que sea necesario convertir la beca en un crédito y cobrarle el excedente a aquellos pilos que no puedan o se retiren de sus estudios. El Icetex tendrá que enfrentar el problema social de cobrarle a “pilos” todavía no profesionales y en difíciles condiciones económicas, el valor de sus matrículas, que en muchos casos son las más caras del país.
El propio expresidente Santos en su discurso de mayo de este año indicó que el 40 % de los estudiantes que ingresaron a la Universidad de Los Andes en el último año venían de Ser Pilo Paga. Los Andes, la Universidad del Norte, la Javeriana y La Salle son las que históricamente más recursos han recibido del Ministerio de Educación por cuenta del programa, llevándose cerca del 50 % de su presupuesto.
La Universidad de los Andes en particular es la que más plata recibe del programa, $49.065’428.800 en 2017 por 1.869 pilos, que le representan un 10 % de sus estudiantes de pregrado. Desde la tercera cohorte o selección, la Universidad del Norte en Barranquilla se convirtió en la preferida de los pilos. A finales de 2017, tenía 3.145 pilos, que le representaban el 24 % de sus estudiantes de pregrado.
Entre las públicas, la Universidad Nacional es la que mayor pilos ha recibido: 1.249 pilos, pero solo representa el 2.8 % de sus estudiantes de pregrado.
Dentro de este panorama sombrío es muy posible que el gobierno Duque se limite a cumplir con los 40.000 pilos que ya están en rutados académicamente y suspenda convocatorias futuras. Una verdadera papa caliente para la recién llegada ministra Angulo
