Una docena de estudiantes se pararon con pancartas y ojos morados, frente a la Universidad de los Andes, protestando contra las agresiones y amenazas que había recibido por redes sociales la escritora y docente de la institución Carolina Sanín. Exigían que los autores de esta andanada de insultos, un grupo que se hace llamar 'Los Chompos' y que cuenta con 23 mil miembros, la gran mayoría estudiantes Uniandinos, tuvieran algún tipo de castigo por parte del rector Pablo Navas Sanz de Santamaría quien, hasta el momento, ha guardado silencio. La protesta se interrumpió abruptamente cuando dos Chompos llegaron, a cara descubierta, con bate y pistolas de plástico, a reprimir la manifestación.
El horror para las muchachas que salieron a defender la agresión misógina que había recibido Sanín apenas empezaba. Durante veinticuatro horas las estudiantes fueron acosadas con cientos de contenidos violentos y memes sexistas que llegaban a su Facebook. No era la primera vez que los Chompos usaban su horror “políticamente incorrecto” para sembrar el terror.
Desde hace unos tres años este grupo de Facebook se burla impunemente de los pobres, los judíos, los lisiados, los negros, el sida, el cáncer, África, los comunistas, las madres solteras y, sobre todo, las mujeres quienes son, para ellos, objetos sexuales que se dedican a lavar y a cocinar. A pesar del rechazo de la comunidad Uniandina, Los chompos siguen creciendo como un tumor maligno. Un profesor de esa universidad, que no quiso ser identificado, cree que lo que destila el grupo “es neonazismo puro. Manipulación de la masa. Los Chompos no son "los gomelos" de los Andes, y eso es importante. Son la masa resentida de los Andes, que aspira a ser gomela y se siente acomplejada. Esto es fascismo puro y duro, y es lo mismo que vive el país. Es lo mismo que el No, que la persecución a homosexuales, etc etc.”
En septiembre pasado el comité de Maltrato, Acoso, Amenaza y Discriminación de Los Andes recibió un cartapacio con todos los insultos que había recibido Sol Fonseca, la joven que había recibido donaciones y ayuda de la ministra Gina Parody para entrar a estudiar en Los Andes. Los Chompos publicaron el horario de clases de Sol para esperarla afuera e insultarla por pobre, por fea, por arrastrada, por lo que fuera. Las agresiones se multiplicaban en Facebook en donde, incluso, se ufanaban de empujarla hacia el suicidio.
Premiaban con likes a todo aquel que se atreviera a patearla. La revista Vice salió a defender a Sol y el grupo se lo tomó con su acostumbrado humor e incluso hacían alusión a la labor pedagógica que estaban haciendo matoneo a Sol.
La Universidad no tomó en éste caso ninguna medida disciplinaria. Tampoco lo ha hecho frente a otras quejas a pesar de la solicitud de estudiantes y profesores. El caso del matoneo a Carolina Sanin provocó la reacción de140 docentes que firmaron una carta de respaldo a la colega. El rector Pablo Navas insiste en mantenerse al margen no sólo ante este hecho tan lamentable sino frente a la existencia de Los Chompos, un grupo violento alimentado por alumnos del alma mater que regenta.
