Los 'chicharrones' que recibe el nuevo alcalde de Villavicencio

Los 'chicharrones' que recibe el nuevo alcalde de Villavicencio

Wilmar Barbosa Rozo tendrá que hacerle frente a una deuda superior a los 135mil millones, así como a un polémico POT que beneficia a los más ricos

Por: Leonel Uriel Alzate
enero 08, 2016
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Los 'chicharrones' que recibe el nuevo alcalde de Villavicencio

Con una ciudad en crisis, cuyo endeudamiento supera los 135 mil millones de pesos, donde se le adeuda hasta el sueldo de diciembre a por lo menos tres mil funcionarios docentes que amenazan con ir a paro desde el próximo martes,  y donde la administración saliente no solo implantó a pupitrazo  un polémico Plan de Ordenamiento Territorial que solo beneficia a los más ricos, sino que además preñó de burocracia a algunas empresas del sector público, inicia labores el nuevo alcalde de los villavicenses.

Leonel Uriel Alzate Herrera habló con el burgomaestre Wilmar Barbosa Rozo, quien le dijo a los miembros de su gabinete el día de su posesión: “Vayan pidiendo disculpas a sus familias, porque el tiempo que les quede libre lo van a dedicar a trabajar”.

¿Qué significa montarse en el caballo de la Alcaldía de Villavicencio?

Es una enorme responsabilidad, Leonel; es asumir una ciudad cuyos habitantes tienen grandes expectativas, muchas dificultades, pero sobre todo la esperanza que respondamos como es debido al mandato que nos han entregado.

Le dijo usted esta semana a los miembros de su gabinete: “Vayan pidiendo disculpas a sus familias, porque el tiempo que les quede libre lo van a dedicar a trabajar”. ¿Así de complicado está el panorama?

 Yo he dicho siempre siempre que en un equipo de gobierno no solamente es imprescindible la preparación técnica y académica, sino también, -lo más importante creo yo- la disposición para trabajar y servir a la ciudad; tenemos que comenzar a pensar diferente, y en este sentido la ciudad nunca duerme, por eso necesitamos funcionarios públicos disponibles 24 horas para que los ciudadanos sientan que tienen gente comprometida ante cualquier eventualidad, llámese accidentalidad o cualquier tipo de emergencias.

El 2016 se vislumbra como un año duro en materia económica; no solo para el sector privado sino también para los entes territoriales. ¿Qué ciudad recibe en materia económica?

Recibimos una ciudad con mucha expectativa, pero también con un endeudamiento cercano a los 136 mil millones de pesos, ya imaginará Leonel los retos que esto implica. Recibimos una ciudad rajada en el tema de seguridad, las cifras muestran que la cifra de homicidios es preocupante; una ciudadanía con una percepción de inseguridad muy fuerte, más de 500 robos de vehículos en el 2015, y una ciudad donde el dinero público no estuvo en las calles, no se pagaron compromisos adquiridos, y por el contrario se creó una serie de empleos que no se conduelen con la realidad económica de la ciudad, y donde se dejaron de pagar compromisos serios de la administración, lo que generó una crisis en el pasado mes de diciembre, dando crecimiento desaforado a la informalidad, hecho que terminó afectando a los comerciantes formales que sí generan impuestos para la ciudad.
Mire Leonel, la situación es tan grave que en mi segundo día hábil de trabajo me encontré con una protesta de maestros docentes que reclaman con justísima razón su salario de diciembre.

Alcalde, en este tema estamos hablando de 3.000 maestros a los que se les adeuda más de 10 mil millones de pesos. ¿Por qué pasó esto y de dónde se va a sacar esa plata?

Tenemos que reponderle a los maestros, esto no es si el alcalde quiere, esto es un mandato que hay que cumplir. Estamos investigando qué pasó, nosotros teníamos cuentas del empalme solo hasta 30 de septiembre, hasta ahora estamos investigando si la plata no llegó, o si fue que el gobierno nacional si giró la plata a través de sistema general de participación esos recursos y tenemos que dar antes de dos semanas una respuesta cierta y seria a los docentes.

Muchos ciudadanos sienten que el Plan de Ordenamiento Territorial que recién se  implantó fue hecho para favorecer a un grupo de ciudadanos poderosos  y que no se conduele con las clases populares, ni con el desorden urbanístico y vial que tiene en caos a la ciudad. ¿Usted cree que se debe cambiar ese POT , o ya quedó definitivo?

No, este es un año de revisión. Nos hemos encontrado en los primeros días de gobierno con una serie de tutelas interpuestas por los ciudadanos inconformes con este POT, y nuestro deber es revisar este instrumento artículo por artículo porque en realidad este Plan de Ordenamiento deja serias dudas sobre la conveniencia para los ciudadanos. Aquí no se trata de oponernos porque el POT lo haya establecido la administración anterior, no, sino porque es un asunto de enorme responsabilidad, que impactará a la ciudad durante los próximos 12 años y además porque es lógico que genere dudas el por qué no se hizo el POT en tres años y medio, y si se vino a implantar en solo seis meses, cuando esto va a incidir hasta en nuestro próximo plan de desarrollo, así que vamos a revisar juiciosamente este tema para rescatar lo bueno que tenga el POT y cambiar en concertación con el concejo municipal lo que afecte a los ciudadanos.

Administraciones anteriores se han dedicado a embellecer el centro y los sitios turísticos, pero la malla vial del resto de la ciudad es un desastre. No solo por el paso de más de 3 mil tractomulas diarias, sino por el olvido de la Alcaldía a los barrios de la ciudad. ¿Será que usted sí le va a meter la mano a este tema?

Es un compromiso en el que no vamos a defraudar a los ciudadanos. Hasta hoy, este tema se había manejado desde la secretaría de Infraestructura, pero esta entidad hay que reconocer que no ha tenido ni la logística ni el acompañamiento necesario para cumplir a cabalidad con su trabajo. Vamos a meterle mano, y en esto ya nos reunimos con los funcionarios de esa secretaria para cumplirle a la ciudad.

La ciudad colapsó en materia de movilidad, los ciudadanos reclaman por el caos, los trancones son el pan de cada día, no hay vías de acceso y solo contamos con alrededor de 70 Agentes de tránsito que tienen que repartirse en tres turnos para una ciudad de más de 500 mil habitantes. ¿Cuál va a ser su estrategia en este sentido para superar la crisis?

Bueno, lo primero que hemos cambiado es la mentalidad; la Movilidad tiene que ser manejada por alguien que conozca la ciudad y por eso hemos nombrado en esta secretaria a un hijo de Villavicencio, un hombre que además ha demostrado capacidad y voluntad de trabajo por eso hemos nombrado a un hombre idóneo, con todos los conocimientos técnicos, pero además un hijo de Villavicencio.  Esta vez tenemos que no solo aplicar medidas drásticas, tenemos que cambiar la cultura de los conductores de servicio público, necesitamos no solo modificar decretos y aplicar medidas como el pico y placa. No podemos seguir siendo una de las ciudades con mayores índices de accidentalidad del país y en esto tenemos que trabajar todos, gobierno y ciudadanos.

Alcalde, esta ciudad no cuenta con suficientes parqueaderos, lo que dio origen a las mal llamadas Zonas Azules, o zonas de permitido parqueo creadas por la administración saliente y que son consideradas por muchos ciudadanos como un abuso. ¿Va a mantener estas zonas?

Este es un tema que vamos a revisar muy bien, para ver hasta donde ese contrato le sirve a la ciudad, hay que ver por qué este concesionario se da el lujo de pintar una calle, quitar una señal de Prohibido Parqueo y empezar a cobrar. Esa decisión debe estar argumentada por estudios técnicos desde donde la transitabilidad lo permita, y segundo, vamos a evaluar la zonas azules desde lo social, pues los ciudadanos no están dispuestos a seguir pagando de acuerdo al desequilibrio económico que tiene este contrato con el municipio. Lo que pasa es que sería irresponsable decir que en una o dos semanas las vamos a quitar. Esto de las zonas Azules se creó bajo unas condiciones jurídicas, y desbaratarlo va a requerir también complicados procesos jurídicos, pero este tema de las zonas azules necesariamente lo vamos a evaluar.

Hay temor en los ciudadanos porque todo parece indicar que la Empresa de Acueducto y alcantarillado de Villavicencio EAAV va camino de la privatización. ¿Esto es cierto? ¿Usted piensa acabarla?.

Pues es entendible que haya esa preocupación en los ciudadanos; con las decisiones que tomaron en los últimos días en esta empresa, por ejemplo de hacer una serie de nombramientos sin siquiera hacer estudios serios en temas de evaluación de pérdidas, y con una empresa que en muchos de sus procesos no es eficiente y más del 62 por ciento de su servicio es agua no contabilizada, esto sin contar que en materia de alcantarillado ni siquiera se cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales. Claro que no es cierto que tengamos la intención de privatizar la empresa, pero sí tenemos que evaluar muy bien la forma en que está funcionando.

¿Esos nombramientos de los que usted habla, y que se hicieron en diciembre, justo antes de entregar la empresa se podrían reversar por su administración?

Claro que se puede y es nuestra intención. No solo en la EAAV sino también en la terminal de Transportes y en otras entidades donde en los últimos días, tal vez de buena fe pero de manera irresponsable, se hicieron una serie de nombramientos queriendo brindar de pronto estabilidad a algunas personas, pero sin entender que el interés general tiene que primar sobre el particular. Los llaneros tienen derecho a tener empresas que sean realmente productivas y de las que todos nos podamos sentir orgullosos.

Con honestidad Alcalde, ¿Cuál es el mayor chicharrón que recibe usted en esta Alcaldía?

¡Pues son tantos!  He recibido entre otras, todos los servicios administrativos vencidos; la celaduría de los colegios y otras entidades, el servicio del aseo, y el no pago a los docentes. Estos son “chicharrones como usted dice” porque seguramente lo demás lo iremos sorteando gracias no solo a la investidura, sino a las atribuciones que la ley nos confiere. En últimas, creo que el chicharrón más bravo es la inseguridad, tenemos que tomar decisiones urgentes para recuperar la confianza de los ciudadanos en la institucionalidad.

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