La empresa brasileña Minerva Foods llegó a Colombia en 2015 con un plan claro: comprar carne para exportar. La primera movida fue comprar el frigorífico Red Cárnica, por el que pagaron en USD 30 millones. El negocio lo hicieron a través de su filial Athenea Foods y escogieron al frigorífico que había sido construido cinco años atrás con tecnología brasileña y estaba considerado como el más avanzado en América Latina.
Red Cárnica está ubicado en Ciénaga de Oro, Córdoba y tiene una capacidad de producir 180 toneladas de carne al día. En su concepción y construcción se asociaron 17 ganaderos de Antioquia y Córdoba, quienes pusieron el 45 % de la inversión inicial, el resto fue crédito otorgado por Finagro y Bancolombia. Su intención era aprovechar la oferta ganadera de la zona, para atender el mercado nacional e incursionar en el exterior, para 2014 sacrificaba 55.500 reses de las cuales exportó casi un 10 % a Rusia y Curazao.
Este fue solo el comienzo de su estrategia de expansión hasta convertirse siete años después en el mayor exportador de carne del país. En este momento los brasileños son responsables del 90 % de las exportaciones de la carne de res que despacha Colombia a países como Chile, Hong Kong, Aruba, Rusia y antiguos estados de la ExURSS. Un logro que el año pasado fue reconocido con el Premio Portafolio en la categoría Esfuerzo Exportador gracias a haber logrado duplicar sus exportaciones en los primeros meses de 2021. Una meta a la que contribuyó la reapertura del mercado chileno luego de la recuperación el estatus sanitario de país libre de aftosa con vacunación otorgado por la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) y de la llegada a China con una primera exportación de carne a Macao.
De la Costa Atlántica, donde abundan los hatos de ganado bovino, los brasileños pusieron la lupa en otra región: Santander. En agosto del 2020, cinco años después, adquirieron la planta de sacrificio y deshuesado del Frigorífico Vijagual ubicado en Floridablanca, empresa fundada a finales de 1996 de la mano de Enrique Muñoz gerente propietario de Incubadora Santander, para el sacrificio y posterior procesamiento y comercialización de ganado bovino, bufalino y porcino (este último fue cancelado dado que Minerva no maneja la línea porcina) y cuyos mayores accionistas eran al momento de la venta, el ganadero venezolano Waldo Rujano, Agropecuaria El Búfalo y Ganadería Manzanares del Grupo Empresarial Francisco Serrano Serrano, dueño fundador de Distraves.
La inversión fue de USD 26 millones, de los cuales USD 5 millones fueron destinados para la ampliación y modernización de las instalaciones, logrando aumentar su capacidad de sacrificio y deshuesado a 1.400 cabezas al día. Entre ambos frigoríficos los brasileños logran sacrificar de 345.000 cabezas de ganado colombiano al año.
Minerva tiene casi un siglo de existencia. Fundada en 1924 en la ciudad de Barrientos, Sao Paulo, pasó por varias crisis financieras y en 1992 cuando se enfrentaba a otra de sus quiebra, el empresario Edvar de Vilela Queiroz lo adquirió. Empezó con un pequeño capital que hizo como empleado bancario y su primer negocio en la década de 1960 fue administrar una pequeña flota de tres camiones que dedicó al transporte de ganado. Con el apoyo de sus hermanos nació Expresso Barretos, con 3000 camiones y 20 sucursales dedicados al transporte de ganado y carne a mataderos en todo el país. Marcó una diferencia que luego sería definitiva para el éxito de Minerva: la estrecha relación con los ganaderos y pequeños comerciantes.
Los hermanos al darse cuenta que la planta empacadora de carne requería mucho más capital del que imaginaban y sin ninguna experiencia en el negocio, buscaron a Fernando, el hijo mayor de Edvar, para que asumiera la administración. A los 24 años y recién graduado en administración en la Fundación Getulio Vargas en Sao Paulo, Fernando Galleti de Queiroz tomó las riendas del negocio y lo sacó adelante dándole un giro, le apostó tanto al conocimiento de la ganadería y sus ciclos como a un enfoque mas financiero, puesto que la ganancia depende de complejas negociaciones de compra y venta.
Fernando Galleti de Queiroz le dio un vuelco a Minerva y la convirtió en la gran comercializadora de carne
Con una visión moderna del negocio comenzaron las alianzas estratégicas. Minerva se alió inicialmente durante los primeros años con la irlandesa Dawn Farms Foods, logrando su transformación de una empresa dedicada principalmente a la exportación de carne congelada a una especializada en la producción de alimentos elaborados mediante la creación de unidades industriales. Minerva no solo se enfoca en la producción de carne sino que se ha especializado también en poder ofrecer los cortes de acuerdo al mercado de cada país y a los requerimientos de los diversos sectores de servicio de alimentos y fabricación en los más de cien países en donde vende sus productos.
Minerva Foods opera en Latinoamérica 25 mataderos y deshuesadoras:10 ubicadas en Brasil, 5 en Paraguay, 3 en Uruguay, 2 en Colombia y 5 en Argentina, con una capacidad de sacrificio de 26.180 cabezas de ganado por día. Tres plantas procesadoras, 14 centros de distribución y 15 oficinas comercializadoras en el mundo además de la de Chile. Recientemente, la Compañía expandió sus operaciones y adquirió 2 mataderos enfocados en ovejas en Australia.
Minerva que consolidó a finales del año pasado su marca de Athenea Foods bajo la misma identidad visual de Minerva, es el mayor exportador de carne bovina en Sudamérica, con una participación del 20 %, siendo Chile el principal destino de sus despachos desde Colombia. En total, cuenta con más de 19.000 empleados y más de 40.000 proveedores de ganado. En el 2020 sus ingresos fueron de $ 14.681 miles de millones.
Para Queiroz el potencial de Colombia es enorme, no solo por poseer uno de los hatos ganaderos más extensos de la región, con una excelente calidad de carne y precio competitivo, sino por su capacidad exportadora que se viene consolidando cada vez más logrando llegar a nuevos y muy exigentes mercados como la región del Gran Medio Oriente.
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