El mecanismo que utilizan los cancilleres para realizar nombramientos diplomáticos haciéndole el quite a los funcionarios de carrera y a los concursos de méritos como exige la ley, es nombrar a las personas en provisionalidad. En esas condiciones se posesionan y viajan al exterior, así terminen teniéndose que devolver por órdenes judiciales productos de las demandas a favor del principio de especialidad que siempre debe cobijar este tipo de nombramientos.
El último de los ejemplos fue la caída del cargo de cónsul en Londres de María Jimena Duran, la hija de Noemi Sanin, quien estuvo en el puesto solo 8 meses. Igual sucedió este año con otros 2 diplomaticos que fueron demandados por el representante a la Cámara David Racero. Cualquier ciudadano puede exigir, ante los Tribunales Administrativos Departamentales, alegando la favorabilidad que deben tener los funcionarios de carrera y ocasionar un fallo de nulidad electoral. Así se cayeron al menos 35 nombramientos diplomáticos de la ex canciller María Ángela Holguín en el 2017 y ya van tres caídos de Carlos Holmes Trujillo.
Esta es la suerte que pueden correr los 61 cargos en el exterior que dejó nombrados el hoy Ministro de Defensa cuando se desempeñó como canciller.
Por cada funcionario nombrado provisionalmente, el Fondo Rotatorio del Ministerio de Relaciones Exteriores procede a realizar una costosa provisión. Cada diplomático al ser nombrado tiene derecho, además de los tiquetes aéreos, a un sueldo completo para viáticos de llegada y otro más para transporte de menajes.
En la actualidad se sabe que cursan por los menos 22 demandas a nombramientos provisionales hechos por Holmes Trujillo.
