Hace 4 años asumí como rector de la Universidad Autónoma del Caribe.
Lo hice porque esa institución que fundó, entre otros mi padre, para beneficio de esta región del país estaba a punto de cerrar sus puertas .
Durante años una ciudadana argentina que se ha hecho tristemente celebre en Colombia llamada Silvia Gette y que Llegó a la rectoría de esta institución montó un tinglado criminal que la propia Fiscalía General de la Nación desenmascaró en su momento y que hoy la tienen recluida en un lujoso apartamento de Barranquilla convertido en su casa por cárcel .
Lo que encontramos fue penoso, La Universidad Autónoma del Caribe estaba al borde del cierre y los cada vez menos estudiantes de los seis programas que tiene el alma mater con un futuro absolutamente incierto .
Soy un abogado que se especializó en recuperar estructuras colapsadas en países en conflicto, venia de recorrer las calles de Kabul embutido en un chaleco antibalas y un casco de guerra y me sabía capaz de lograr cosas imposibles .
La sala general de la Universidad me impuso un reto y un desafío a la vez y lo asumí.
Visité empresarios, ciudadanos, padres de familia y sobre todo bancos para lograr que se reabrieran las puertas de la confianza por una institución que no le pertenece a nadie y que es de todos .
Con la banca logramos un acuerdo para desembolsar recursos y poder tener este barco a flote que tenía agrietado el casco.
La ecuación con ellos era sencilla en sus términos : Nos prestaban dinero para recuperar lo dañado que pagaríamos con intereses sobre lo adeudado durante tres años y después pagaríamos el capital .
La cifra es impresionante, cerca de 25 mil millones le robaron a los padres y estudiantes de la Autónoma durante el ejercicio de esta señora que convirtió la institución en su caja menor .
Su familia se adueñó de cosas simples que ella convirtió en negocio: la carnetización, las fotocopias, los cursos de inglés, hasta el aire se cobraba en la Autónoma y ese dinero iba a parar directamente al bolsillo de la Familia Gette, porque allí actuaba ella y sus hermanos .
La banca creyó en nosotros y pudimos empezar a transformar a la Universidad Autónoma del Caribe .
El planteamiento inicial de recuperación era tan simple que por ejemplo remodelamos los baños que tenían aspecto de letrinas, le dimos nivel a los estudiantes, prohibimos las prohibiciones de la era Gette que eran tan absurdos que por ejemplo castigaba a los estudiantes que iban en bermudas al campus en una ciudad tropical .
Las accionas nuestras se sintieron desde el momento mismo en que empezaron a ejecutarse y la Universidad Autonoma del Caribe pasó rápidamente de cuidados intensivos a una habitación, como dirían los médicos .
La Rectora, con el argumento falaz de tener un equipo de futbol universitario embarcó a la Autónoma en una aventura multimillonaria que distaba mucho de la misión educativa para la que fue concebida hace 50 años. El equipo era un capricho que le daba notoriedad a su novio, un jugador de apellido Niebles .
Del equipo nos deshicimos pronto y los recursos recibidos por el se convirtió en laboratorios e investigación.
Recuperamos la autoestima que era lo más valioso y que se había perdido y en cuestión de dos años ya éramos otra vez orgullo educativo del país con el lema de MÁS CALIDAD .
En el año 2016 la economía del país empezó a enfriarse y con ella la posición de los bancos que empezaron a recortar los créditos rotativos con los que contábamos para pagar el capital y eso produjo una situación anormal que se reflejó en el pago a tiempo de los salarios de los empleados de la Autónoma.
Las universidades privadas viven de sus convenios y de las matriculas que pagan los alumnos semestralmente, no hay otra fuente de financiación posible.
La Autónoma en relación con su calidad tiene las matrículas más económicas que universidad alguna pueda ofrecer en el país porque muchos de nuestros estudiantes pertenecen a estratos medios .
Al finalizar 2016 empezamos a observar en redes sociales síntomas de una enfermedad propia de esta sociedad moderna, un matoneo sistemático que provenía entre otros de un pequeño grupo de empleados que se sindicalizaron al abandonar Silvia Gette la rectoría, porque dicho sea de paso, en su época el sindicalismo en la Autonoma también estaba prohibido .
Se vino a saber hacia mediados del primer trimestre del año pasado a través de unas cadenas de chats que ese sindicato mantenía conversaciones con la detenida ex rectora y recibía instrucciones desde su apartamento para realizar ataques sistemáticos a la universidad y a sus funcionarios .
La acción deliberada se convirtió en rutina y empezó a migrar a medios de comunicación masivos .
Fue tal el matoneo que la Universidad empezó a ser tema cotidiano en una emisora de frecuencia nacional que montó campañas al aire y que solo permitía que por su frecuencia pasaran afectos a los tramadores e impedia el intento de participación de quienes querían defender lo que hacíamos .
En Agosto y ante la frecuencia de los ataques el Ministerio de Educación Nacional, nuestro ente de vigilancia, hizo una visita a la universidad y determinó lo que nosotros sabíamos, que la Autónoma gozaba de buena salud y que estábamos en una coyuntura financiera .
Los ataques mediáticos arreciaron y eso inquietó a la banca que argumentaba en cada reunión que los eventos mediáticos hacía difícil la aprobación de los créditos .
En Diciembre pasado, una noticia judicial demostró que estábamos frente a una trama de gran calado.
Un juez laboral de Barranquilla sin muchos argumentos embargó las cuentas de la universidad con los dineros que pagarían la nómina y las primas de diciembre y dejó sin esos recursos a los casi 2000 empleados de la universidad .
Ayer conocí a través de medios, porque aún no estoy notificado oficialmente, una carta en la que un funcionario del Ministerio de Educación nos conmina en un plazo de cinco días a pagar la totalidad de las nominas y deja en el ambiente que si no se hace se tomaran medidas sin precisar cuales .
La carta llega justo cuando estamos a punto de lograr que los bancos desembolsen los créditos que necesitamos y que el juzgado desembargue las cuentas .
Le hemos pedido al Icetex que nos pague un convenio que tiene con nosotros y que está en mora por alrededor de 7 mil millones de pesos, con esos dineros pondríamos al día los salarios de los trabajadores de la Autónoma.
En Kabul, en el Oriente Medio y en todos los sitios donde he trabajado como experto en medio de las balas no había experimentado una sensación de impotencia y frustración como la que vivo hoy al observar como alguien preso, juzgado, desprestigiado, al borde de un juicio y bajo sospecha logra desde el confort de su presidio poner en jaque a una comunidad de casi 14 mil personas .
No nos va a doblegar Silvia Gette que para tristeza mía quiere lograr en meses lo que no pudo en años, acabar con la Universidad Autónoma del Caribe. No lo lograrán
*Rector Universidad Autonoma del Caribe .
