¡Llamemos las cosas por su nombre!

¡Llamemos las cosas por su nombre!

"No seamos tan tibios porque ese miedo a decir la verdad está siendo aprovechado por quienes tienen fines protervos y malvados"

Por: MARÍA TERESA MORENO RODRIGUEZ
septiembre 10, 2020
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
¡Llamemos las cosas por su nombre!

La situación de violencia de estos días y la manera en la que se presentan las noticias me ha hecho reflexionar sobre algo que me atormenta últimamente: la falta de precisión en el uso de las palabras y los términos.

¿Por qué no llamamos las cosas por su nombre? ¿Por qué si vemos a una persona cortando un árbol no lo decimos de esa manera? “El hombre está cortando un árbol”.

El uso de términos eufemísticos para referirse a determinados momentos o acciones hace que las acciones y situaciones no sean valoradas en su real dimensión.

Esa costumbre de hablar del presunto homicida, del presunto ataque, del presunto ladrón o de la supuesta víctima cuando el video muestra el cuerpo inerte de la persona y a la mamá llorando por su hijo no tiene ningún sentido práctico ni menos de respeto por lo que merece el país.

La verdad. Esa es una víctima. Ahí no se compromete la presunción de inocencia de nadie. No estamos juzgando a nadie, pero sí estamos afirmando lo que es real: que hay una víctima.

Entonces, reconozcamos lo que es evidente. Las cosas son lo que son y no otra dependiendo de quien las diga. Si no tenemos la valentía de llamar los hechos y las cosas por su nombre, lo que hacemos es esconder la realidad y eso sí que les sirve a los malvados que se aprovechan de esa oscuridad para seguir en lo suyo.

Los policías que atacaron a ese señor el martes en la noche, bien pueden ser llamados homicidas. Homicidio es el resultado de matar. Quien mata comete homicidio. Cosa distinta es que ese homicidio pueda tener alguna explicación o alguna justificación, como que el homicida se volvió loco, que se le fue la mano, que no pesaba que 20 puñaladas al corazón de una persona la fueran a matar, etc.

Y ese es un tema de probatorio y de discusión jurídica que se debate en los estrados judiciales. Pero si lo que se ve es al sujeto dando golpes de puñal a otro que resulta muerto, ese que accionó el puñal es un homicida. No seamos tan tibios porque ese miedo a decir la verdad está siendo aprovechado por quienes tienen fines protervos y malvados

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