Cuando los políticos aspiran a un cargo de elección popular, generalmente hacen una variedad de promesas para cautivar a sus electores que muchas veces terminan incumpliendo, causándole una decepción a los que los eligieron.
Claudia Nayibe, la alcaldesa electa por Bogotá, realizó su campaña con base a diferentes propuestas que la llevaron a conquistar el Palacio de Liévano. Ella es una líder valiente y aguerrida que está dispuesta a demostrar que Bogotá necesitaba de una mujer para cumplirlas y que sabe que va a tener el ojo avizor de sus oponentes a la alcaldía y de aquellos que no la acompañaron y que estarán dispuestos a reclamarle cualquier equivocación. Por eso aquí les presento algunas de sus promesas hechas en campaña que por falta de cálculo pueden quedar incumplidas.
1. La promesa de extender la línea del metro hasta Suba y Engativá. Para la realización de esta obra se necesitarían 7.4 billones si se hace elevado y 8.8 billones si se hace subterráneo. El distrito debería aportar 2.4 billones, que equivalen al 30%, y la nación aportaría el resto, es decir el 70%. Se sabe que la nación tiene carencias de presupuesto por lo cual se hizo una reforma tributaria, la que se quedó corta, por lo que se tiene pensado realizar otra reforma.
Además, el Ministerio de Hacienda tiene problemas para que le aprueben la ley de financiamiento, se viene una reforma pensional y demandas contra el Estado, lo cual le impedirá apropiar recursos para otra línea del metro en Bogotá, aparte de que no se tienen buenas relaciones con el actual gobierno uribista.
La alcaldesa ha planteado utilizar los 2.0 billones del presupuesto que se tenían para la troncal de la Séptima, pero al no tener los suficientes recursos solo podrá invertirlos en la red de metros ligeros que tiene planeada, a no ser que termine endeudando a la ciudad con la banca internacional.
2. Tiene pensado hacer una segunda línea de Regiotram, que comunicaría a Bogotá con Mosquera, Madrid y Facatativá, lo cual le puede acarrear problemas jurídicos, ya que esto podría considerarse como una desviación de recursos, pues son municipios que corresponden al área de Cundinamarca.
3. Dice que la Séptima sí debe ser intervenida eliminando intersecciones con deprimidos, utilizando un sistema de metro ligero, tranvía o buses eléctricos, pero parece que esto solo se quedará en especulaciones.
4. Ver transformada la ciudad a través de “la cultura ciudadana”, eliminando los brotes de racismo, el clasismo, el machismo y la xenofobia a través de la “pedagogía por la igualdad” no deja de ser algo ideal en un mundo en donde tantos países aún muestran signos de no haberlos superado.
5. La lucha contra la corrupción, que ha sido el lema que enarboló durante su campaña y que le ha permitido llegar a la alcaldía, será la prueba de juego que va a tener la alcaldesa para demostrar de qué están hechas sus propuestas, más teniendo en cuenta que el cumplimiento de ellas erigiría a la alianza de su partido, conformado por líderes que han defendido el proceso de paz, en la esperanza que Colombia ha estado esperando para superar la polarización y encaminarse al desarrollo.
