Olga Zapata, habitante del barrio Machado en Copacabana, cuenta que el horror más grande es una explosión de esas, como las que realiza con dinamita la cantera El Porvenir, porque brinca la casa y los sustos son horribles. Incluso, a su vecina del segundo piso, en una explosión de esas la tuvieron que llevar al hospital del susto.
“Yo no sé por qué si eso es prohibido siguen quemando dinamita seguido, seguido, seguido. Pasó un señor manejando un carro y le cayó una piedra de esas en la cara y lo volvió nada, y ha habido daños en todas partes por aquí, ¿yo no sé cómo minas permite eso?”, es lo que se pregunta Olga Zapata por las afectaciones que han tenido.
Por su parte, Juan Esteban Zapata, propietario del lote contiguo donde están realizando un proyecto de vivienda de interés social, cuenta que el problema viene desde el año pasado cuando los de la zona de la minería El Porvenir, se empezaron a comer los linderos de su propiedad y haciendo unos cortes prohibidos para el talud de la montaña. De hecho, en estos momentos hay un deslizamiento de tierra, con cerca de unos 10.000 metros aproximadamente.
Por eso expresa que se ven afectados directamente porque dos torres de aproximadamente con cerca de 280 apartamentos se perderían, con la explotación del suelo ocasionado por de esta cantera. Asegura haber intentado negociar exigiendo que les paguen el lote o que les paguen los daños generados, y le responden que más bien pusiera la demanda.
Andrés Molina, contratista del lote de Juan Esteban Zapata, afirma que ellos no aceptan el error, porque en el título donde trabaja para construir el proyecto de vivienda no dinamitan, sino que utilizan martillo para picar piedra, mientras que las voladuras que utiliza la cantera vecina son las que provocaron todo ese malestar en la comunidad del barrio.
“Ellos intentaron ampliar el título minero y no les dio porque esto es zona urbana, pero querían declarar la zona de esa manera para poder seguir explotando todo este sector. Aquí solo se puede trabajar con máquina amarilla porque es zona urbana”, asegura el contratista.
“Ellos para librarse de los daños que hacen, crean varias empresas ficticias con razones sociales y se van tirando la bolita de una a otra. No sé cómo hicieron para que la Agencia de Minería les diera permiso para que hicieran explosiones en zona urbana, sabiendo que no es permitido. Desde 2002 está en catastro que esto es zona urbana y no rural donde se podría trabajar de esa manera”, cuenta el propietario Juan Esteban Zapata.
En los comunicados de la alcaldía de Copacabana, aparecen con diferentes razones sociales como: Grupo de Negocios Andinas S.A.S, CIA de Inversiones Intangibles y Materiales S.A.S y aparece con el nombre de la mina cantera el porvenir S.A.S.
Desde la administración municipal de Copacabana manifiestan que la comunidad se estaba quejando por las explosiones de la cantera El Porvenir, ratifican que efectivamente es en zona urbana y que como tienen vecinos muy cercanos el impacto medioambiental es bastante alto. Luego de la visita el 13 de noviembre de 2020 se verificaron el tema de las posibles grietas en las casas aledañas y se realizó una suspensión inmediata de la actividad.
“El 13 de noviembre con el informe realizado por los ingenieros de la oficina de Gestión del Riesgo del municipio, perteneciente a la Secretaría de Infraestructura, evidenciaron unas afectaciones y el inspector primero inició un proceso verbal en el cual se encuentran actualmente; por lo que se llevó a cabo el cierre de la mina. Enviamos un requerimiento a la secretaría de Minas de la Gobernación de Antioquia para saber cómo es la concesión de ese título minero, que está afectando tanto a la comunidad y estamos pendientes de esta respuesta, ellos no pueden reanudar estas obras hasta que se tome una decisión al respecto, eso incluso puede llevar a una decisión más drástica”, manifestó la secretaria de gobierno, Jaqueline Zapata.
Como titular de la mina registra en el municipio Juan Carlos Gómez Castaño y John Byron Jiménez Mesa como administrador, aunque quisimos contactar al administrador para que nos diera respuesta y su versión de los hechos, nos aseguró que ya no trabajaba con ellos y que le pasaría el mensaje a quien correspondía, pero no hubo respuesta. Así como tampoco fue posible escuchar la versión de la secretaría de Minas de la Gobernación de Antioquia ni del Dapard, pese a que los contactamos desde la semana anterior porque la cantera ha seguido funcionando.
Dentro de las quejas que se evidencian en el informe realizado por la unidad de gestión del riesgo del municipio de Copacabana resaltan: grietas en las viviendas aledañas por explosión de dinamita, deslizamientos de tierra, repercusiones en la fauna y flora, y afectación al lote contiguo; adicionalmente de trabajar en terreno de protección ambiental del municipio.
