El hombre que sacó por amor y convicción a Lady Noriega del infierno de los daños que ocasiona el mal uso de los biopolímeros, el doctor Rodolfo Chaparro es un convencido de que a través de su experiencia científica y sus centenares de vivencias como médico de pacientes afectados por ese mal tiene "tela para cortar" y para hacer un exitoso seriado de televisión que cuente ‘con pelos y señales’ esos dramas que afectan a tantas gentes no solo en Colombia sino también en el mundo.
Sabe que es una realidad que plantea un conflicto objetivo: no hay solución mágica para tratar las graves consecuencias que puede generar la aplicación indebida de esos productos. Los biopolímeros se pueden definir como las diversas sustancias inyectables no aptas para el uso humano que afectan a diferentes tejidos, órganos y sistemas y que usualmente producen lesiones irreversibles e irreparables.
or eso, Chaparro tiene un interés manifiesto de que la sociedad colombiana conozca la gravedad de la situación de los biopolímeros a partir de historias reales. De allí que tiene mucha expectativa por contactarse con productores o directores que se le midan a contar de primera mano estas historias que, sin duda, impactarían a una mayoría de televidentes.
El reconocido médico dijo en torno a su esposa: “La historia de Lady Noriega, una diva nacional, un símbolo sensual, es un ejemplo. Ella no necesitaba nada, pero quiso retocar sus labios y mentón y su vida se transformó, convirtiéndose en lo que algunas periodistas de farándula definirían como el ‘monstruo de los biopolímeros’, un calificativo que hizo y hace mucho daño”, aseguró. “Todos somos personas”.
Ella, como muchas de las víctimas de esa práctica médica sufren lo indeseable. “Lady tiene unas vivencias personales que parecieran que definieran toda una generación, pero siempre estuvo digna y cuando todo se derrumbó en su vida, con mucha fe y pegada de Dios volvió a renacer”, le contó al periodista Héctor Sarasti del programa Testigo Directo de Rafael Poveda.
Chaparro asegura que “la metamorfosis negativa de Lady la trajo a mi vida, una mujer madura y aterrizada, segura de sí misma, muy divertida” y prosigue: “Ella es muy divertida y alegre y con ella hace años empezamos a construir sueños juntos”.
Con un detalle que jamás olvidará el citado galeno: “cuando menos me di cuenta me ‘amenazo’: ¿ajá, papi chulo, y el anillo pa’ cuando?”. No tuvo escapatoria. Esa ‘amorosa presión’ sacó al apuesto médico del ranking, como dice, de ‘lobos casanovas certificados’ y lo dejó a los pies de Lady Noriega como “su lindo gatito”. Como dicen en el beisbol de la tierra cordobesa de la muy monteriana Lady ‘no va más al bate’ de los picaflores.
“A cada marrano le llega su 31”, dijo con su marcado acento valluno. “Pero, lo reconozco con gusto, ¡soy feliz y amo a Lady Noriega!”.
