La pólvora ameniza de manera estridente y peligrosa las celebraciones de casi todos los hogares colombianos, a veces dejando una huella indeleble, una marca de por vida que algunos solo quieren omitir.
Ese no es el caso de Mauricio Tobón, destacado empresario antioqueño que lleva en carne propia las huellas de una celebración que lo marcaría para siempre.
En el amanecer del 29 de diciembre de 2015, su vida cambió, un hecho fortuito en una amena celebración de amigos le dejaría a él una marca para siempre en su rostro.
Pero la resiliencia de Mauricio no deja de asombrar, pues lejos de negar los estragos y lejos de guardar silencio sobre el tema, el exgerente del IDEA ha tomado la voz en pro de la prevención y la concientización sobre la peligrosidad de manipular pólvora.
Él no tiene miedo de hablar, de rememorar, de contar y sobre todo de decir basta, pues ahora antepone la capacidad de relatar desde la experiencia el daño irreparable de una lesión por pólvora.
En Antioquia lidera una campaña, que se ha tornado nacional y que se convirtió en bandera de prevención en las celebraciones de este fin de año, impactando hasta hoy en cerca de un millón de personas que han interactuado con su relato y con su mensaje.
En el departamento de Antioquia las cifras han rozado más del centenar que quemados por pólvora, siendo 2013 el peor año de todos cuando se dieron 138 casos, los números obligan a tomar acciones más allá de la publicidad, más allá del eslogan y es así como se ha puesto la camiseta para liderar desde el ejemplo el mensaje contundente de ojo con la pólvora.
Cuando el candidato a la gobernación de Antioquia habla de su experiencia afirma sin dudar que: "Mi vida cambió, quiero decirle a todos los antioqueños que no jueguen con sus vidas, lo que yo les quiero decir es no permitan que la pólvora esté en las fiestas de navidad, hoy yo no tengo un ojo, todo por culpa de la pólvora".
Remarca sin dudar que la pólvora daña vidas y para reafirmarlo sentencia: "Yo sé por qué se los digo".
