Con 16 años el cartagenero Alex Flórez aterrizó en Medellín detrás de un amor juvenil que no cuajó. La sincelejana que lo enamoró tomó su rumbo, pero Flórez hizo su vida entre los paisas a los que no solo se integró, sino que estudió y luego armó su carrera política.
Se matriculó en la Universidad de Medellín, el semillero de políticos liberales, donde la familia de Iván Darío Agudelo tiene peso y ha sido determinante en la política paisa y su representación en el gobierno nacional.
Su locuacidad lo llevó a convertirse, a sus 26 años, en líder estudiantil, con vocería nacional en representación de su universidad. Fue en este escenario donde conoció a Daniel Quintero quien ese momento se desempeñaba como viceministro TIC, nombrado por el ministro David Luna, en ese momento liberal y muy cercano y colega político de Simón Gaviria, hijo del presidente de la colectividad.
Para el hoy el alcalde de Medellín, esa fue la oportunidad para acercarse a la política nacional y entrar en el radar y la protección de César Gaviria, el político que por debajo de cuerda apoyó su exitosa candidatura a la alcaldía de la capital antioqueña, en la que se presentó como independiente, respaldado por firmas.
Como viceministro de Luna, Daniel Quintero formaba parte del gobierno de Juan Manuel Santos y como tal estaba comprometido con la agenda de paz que marcó los ocho años de aquel gobierno; y fue precisamente en un evento dentro de la campaña por el Sí al Plebiscito con el que se buscaba refrendar popularmente el Acuerdo firmado entre el gobierno Santos y la guerrilla de las Farc el 26 de septiembre de 2016 en Cartagena, lo que marcó el destino común de Daniel Quintero y Alex Flórez.
El representante a la Cámara por Antioquia Iván Darío Agudelo fue el anfitrión político y aseguró la presencia del dirigente estudiantil de la Universidad de Medellín. Alex Flórez logró además la asistencia de su jefe político César Gaviria quien viajó desde Bogotá con el viceministro y su amigo Daniel Quintero. Su hermano Miguel Andrés Quintero era concejal de Medellín y hasta entonces su reconocimiento como activista era por el partido del Tomate.
Quintero terminó nombrado director de la campaña del Plebiscito en Medellín y hábilmente vio en Flórez el líder ideal para movilizar a los estudiantes. Una vez se retiró de Mintic, Quintero, con disciplina liberal, entró a la fallida campaña de Humberto de la Calle y luego se dedicó junto con su amigo Alex Flórez a promover el estatuto anticorrupción. Dos tragos amargaos que se convirtieron en el abreboca de la que sería su gran apuesta: la lucha por la alcaldía de Medellín con un único propósito, arrebatársela a Álvaro Uribe, quien tenía toda su fuerza política en el candidato del Centro Democrático Alfredo Ramos, el hijo de su viejo amigo el exalcalde y exparlamentario Luis Alfredo Ramos.
La relación de Flórez y Quintero estaba más estrecha que nunca, una complicidad política que se probó en la campaña del 2019. Uno aspiraría a la Alcaldía y el otro al Concejo, bajo el ala —aunque disimulada— del Partido liberal, representado en Antioquia por el congresista Iván Darío Agudelo, el único político que acompañó a Quintero, quien se había presentado como independiente, en la tarima del triunfo en octubre del 2019.
Iván Darío Agudelo fue el único político invitado a la celebración del alcalde Quintero
Alex Flórez, un incondicional de Quintero, junto con su otro amigo Albert Corredor, llegó al Concejo y desde el primer día fue notorio por sus estridencias y luego los escándalos. No faltaron los señalamientos por agresión a su propia esposa. Los cuestionamientos por su comportamiento político terminaron en los estrados judiciales y en diciembre de 2019 el Consejo de Estado le quitó la investidura como concejal por haber estado inhabilitado para aspirar al Concejo por haber firmado un contrato con el Tecnológico de Antioquia.
La decisión del consejo de Estado en 2021 llegó tarde porque un mes atrás Flórez había renunciado a su curul para aspirar al Senado. Nuevamente su amigo Daniel Quintero le había salido al quite tras haber negociado con el candidato Gustavo Petro un puesto efectivo en la lista del Pacto histórico a cambio de su apoyo en Medellín, donde el apoyo al Pacto era magro. Quintero logró el número 10 para Flórez, logrando incluso sacrificar a Carlos Rosero, el candidato de la vicepresidenta, que al haber sido relegado, prefirió renunciar a la aspiración al Senado.
Con curul en mano, Alex Flórez se sintió empoderado, con licencia para actuar y se desbordó. El último incidente, borracho en Cartagena y acompañado por una joven de 19 años en el Hotel Caribe fue la última embarrada que lo puso a disculparse, pedir licencia no remunerada e iniciar tratamiento de alcoholismo para intentar enmendar un error que llevó a la bancada del Pacto Histórico a reaccionar en bloque y la Procuraduría a abrirle caso por indisciplina. La reacción de su amigo Quintero fue veloz, y como se esperaba, con su complicidad a prueba de hierro, le llegó el respaldo en Twitter.
Los que esperan que deje sólo a Alex en este momento no me conocen. Fuerza Alex. #CreoEnAlex
— Daniel Quintero Calle (@QuinteroCalle) September 2, 2022
Los inseparables son socios en un proyecto político de largo alcance y junto con el excongresista amigo Iván Darío Agudelo fueron los primeros en apostarle en Antioquia a la candidatura de Gustavo Petro. Resultaron vencedores pero el hoy presidente les ha puesto distancia.
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